Revista Arquitectura
"…dos series de representaciones: unas emanan de los arquitectos-urbanistas; las otras de los artistas. Las primeras, al servicio de la acción, de la ideología y a veces del sueño, son proyectos, unas veces realizados, otras no. Las segundas registran la metamorfosis del campo urbano con sensibilidad de sismógrafo. ¡No nos equivoquemos al respecto! No se trata de ilustración sino de videncia, privilegio de los artistas que revelan y dan cuerpo a los fenómenos. Así, desde finales del siglo pasado, pintores, grabadores, fotógrafos y cineastas nos confrontan a una ciudad bifronte: benéfica según algunos, efigie del progreso y de la belleza, fermento de vida social incluso en el anonimato de la multitud; maléfico según otros sinónimos de caos de perversión de una indigencia y de una fealdad de la que la soberana estética del cine ha sabido apropiarse. Sin embargo; a medida que pasa el tiempo, unos y otros señalan por igual la acumulación progresiva de personas, la multiplicación de las trayectorias y la aceleración de la velocidad, el gigantismo contagioso de las construcciones verticales y horizontales, la diseminación periférica y, para terminar, una forma de la ausencia..."
"...Sabemos que la ciudad es un fenómeno demasiado complejo para que pueda ser pensado en términos de cadenas causales simples: pone en juego haces de determinación inscritos en bucles de retroacción, cuya complejidad no se agota con un análisis sistémico. Sin embargo, para explicar las alteraciones espontáneas o concertadas que ha sufrido la ciudad europea preindustrial, los historiadores han hecho especial hincapié en los factores económicos y políticos (papel del capitalismo, lucha de clases), así como en factores demográficos (crecimiento, masificación, flujos, todos ellos igualmente condicionados por los adelantos de la salud pública y de la epidemiología, y por el éxodo rural). El rol que ha desempeñado la técnica en la transformación de la ciudad europea ha sido tan escasamente reconocido que merece que le concedamos aquí lugar de privilegio. La reflexión (no filosófica) sobre la técnica y su historia tiende a ser aislada en su campo propio, pese al hecho de hallarse implicada, simultánea y directamente, tanto en la morfogénesis del espacio urbano como en la génesis de las mentalidades y de los comportamientos urbanos.Cerdà fue el primero en calibrar ese poder al hacer de las técnicas de transporte el motor de la historia espacial de las ciudades, que el invento del ferrocarril y el uso de la electricidad vinieron a revolucionar..."
CHOAY, Françoise (1994) “El reino de lo urbano y la muerte de la ciudad”. Extractos
AA.VV. Visions urbanes:Europa 1870-1993: la ciutat de l'artista: la ciutat de l'arquitectes. Madrid : Electa; Barcelona: Centre de Cultura Contemporània.
Las imágenes que acompañan el texto son decorativas y no parte de la edición original.
Agradecemos al profesor Rodolfo Giunta por la información.