Hace unas semanas tuve la oportunidad de disfrutar de una sesión de Chocolaterapia facial en la Clínica Sveltia de Barcelona, gracias a un sorteo que realizó Gabriela del blog Con B de Belleza.
Nunca había estado en este lugar y la verdad que me sorprendió mucho. De entrada me esperaba la típica clínica privada de estética perfecta. La verdad fue que era todavía mejor. Sólo llegar las chicas de la recepción me recibieron muy bien y me hicieron esperar unos minutitos en la sala de espera, la cual contaba con prensa y revistas de belleza y moda. Tras esto, me llamó la administrativa y fuimos a su despacho para abrirme ficha en la Clínica. Ya acabados todos los trámites formales me acompañó a la planta de abajo, en la cual se encontraba el salón de belleza.
Un ambiente muy zen para esperar relajado la hora de la cita, acompañado de café y refrescos. Llegó mi turno y la esteticien me hizo pasar a su gabinete. Me tumbé en la camilla y comenzó el tratamiento.
Cómo iba maquillada, lo primero que hizo fue desmaquillarme. Primero utilizó un Gel Desmaquillante a base de aloe vera. Lo puso en la cara y fue retirando el maquillaje masajeando a círculos. A continuación me desmaquilló los párpados y la máscara con algodón y bastoncito impregnado en desmaquillante. Y para finalizar con una esponjita me acabó de limpiar la cara.
El siguiente paso fue la exfoliación, que la hizo con un peeling de Rosa de Mosqueta. La chica me explicó que la rosa de mosqueta iba muy bien para eliminar las células muertas y regenerar la epidermis.
Y el paso estrella para mí vino ahora: un masaje con aceites esenciales. Primero masajeo el rostro y el cuello, y después me quitó la tensión, me relajó y desestresó, haciendo hincapié en los hombros, escote y espalda. Y todo esto con la luz muy tenue y música de fondo.
Tras estos pasos, y ya muy tranquila y medio endormiscada me aplicó la mascarilla de chocolate sobre el rostro. El chocolate estaba muy fresquito, y hacía muy buena olor, ¡qué gustazo! En el cuello y escote, en vez de la mascarilla de chocolate optó por una de ácido hialurónico y colágeno, ya que va bien para reafirmar.
Ya con el rostro impregnado de chocolate, me tapó con unas toallas y me dejó actuar la mascarilla un ratito.
Ya sabéis que el chocolate tiene múltiples propiedades, y entre ellas la de devolver la luz a una piel cansada y estresada, dos cosas muy frecuentes en el mundo en el que vivimos.
Pasado este tiempo de relax, ya me quitó el chocolate y me aplicó crema hidratante, contorno de ojos y un brillo de labios. Al haberme hecho todo este tratamiento, me recomendó que no me maquillara hasta pasadas dos horas, para que obtuviera mejores resultados, y que no tomara el sol.
Así que ya sabéis, salí encantada. Llegué con el tiempo justo, y un poco estresada tras las clases y las prisas por llegar. ¿Y cómo me fui? Relajada, con una sensación de bienestar general. Vamos, con las pilas cargadas de nuevo.
Yo os recomiendo este tipo de tratamientos de vez en cuando, cuando tenemos una temporada con mucho lío en el trabajo o estudios, para lucir perfectas para una ocasión especial, o bien, porque nos queremos dar un capricho. Para mí, una sesión de belleza de 10.
¿Habéis disfrutado alguna vez de una chocolaterapia?