El choque femoro acetabular o impingement de cadera es una patología de la articulación del fémur con el acetábulo, cuyo origen se desconoce actualmente, que puede afectar a cualquiera de los dos elementos que participan en el juego de la cadera: el acetábulo y el fémur.
Según en donde se localice, puede tener causa: femoral o acetabular. En el primero de los casos, el cuello del fémur, que choca con el reborde acetabular y en el segundo, el borde anterolateral del acetábulo protruye tanto que choca en el cuello del fémur en gestos de flexión y rotaciones de cadera.
Esta anomalía empieza a manifestarse en la mayoría de los casos como un dolor inguinal y, en menor frecuencia, en la región trocanterea (cadera), glúteos o en cresta ilíaca. El dolor se presenta durante o después de la práctica deportiva, cuando se permanece un rato sentado o bien al levantarse, después de estar un tiempo sentado. También puede manifestarse como una lenta pérdida de la movilidad o del juego de la cadera, o incapacidad de realizar movimientos de la pierna, a veces sin dolor alguno.
El choque fémoro acetabular, podría ser el causante de las artrosis hasta ahora consideradas idiopáticas, que afectan a menores de 50 años y que pueden acabar en prótesis.
En su diagnóstico, las radiografías revelan las imperfecciones óseas y la resonancia magnética nuclear ayuda a visualizar las posibles lesiones del labrum (anillo cartilaginoso que rodea al acetábulo). El scanner 3D ayuda a visualizar con mayor exactitud la giba o imperfección ósea. A la vez que también se puede utilizar tomografía axial computada para ver esta zona.
El tratamiento incluye: medicación antiinflamatoria, y un protocolo de fisioterapia que ayude a corregir los movimientos perjudiciales, a la vez que alivie el dolor. De no resultar estos, se recomienda artroscopia de cadera.
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