La Costa Azul no pudo estar estos días pasados más de moda. Antes de que comiencen las vacaciones de verano y la riviera se llene de lujosos yates y estrellas, Cannes y Montecarlo han centrado la atención. La primera, como bien sabéis por su Festival de Cine y la segunda por el Gran Premio de Fórmula 1. Pero Montecarlo tuvo otro aliciente más: la presentación de la Colección Crucero de Christian Dior. La primera de Raf Simons al frente de la casa francesa.
Rodeado de la parte de la Familia Real de Mónaco, Simons presentó una colorida colección en la que el encaje jugó un papel fundamental. Lejos de la opulencia de la que siempre dotó Galliano sus desfiles, Simons sigue la línea más minimalista, conservando su esencia como diseñador, pero siempre rindiendo homenaje a la casa a la que trabaja.
Poco a poco, Raf Simons ha conseguido que me gusten sus diseños, cosa que me parecía imposible cuando comenzó en la maison.