The strange Christmas. Cada año llegas a estas fechas con el ánimo acumulado de los tres cientos y pico días que dejas atrás. Analizando, divagando entre lo bueno y lo malo... y cuando lo haces con ganas de que pase deprisa y de que empiece el nuevo año para comprobar que es mejor, te das cuenta de que no lo estás viviendo como pertoca. Por eso mismo me decidí a hacer mis postales, contrariamente a lo primero que había pensado.
Debe hacer unos 25 años que escribo mis postales de Navidad, ya os conté el año pasado. Este año no han sido del todo handmade y no llegarán a todos los hogares que desearía, pero ahí están. En nuestra visita a Creativa Barcelona, buscamos unos papeles de scrap navideños, sabíamos a lo que íbamos y lo encontramos. Así que de ahí recorté cada una de mis postales, a cuál más bonita. Ya tenía en mente mi detalle craft y tejí una veintena de copos de nieve, con lana blanca muy finita. Y me decidí a almidonarlos uno a uno mediante el agua de arroz, como bien dijo en su día Begoña, o como lo conoceréis Louis et Moi. Así que puse el arroz a hervir, colé el agua y la puse en un vaporizador. Rocié los copos y los planché de inmediato. Los dejé secar e voilà.
Me encanta el toque que le queda con el agua de arroz, almidonado pero no seco, es decir con cuerpo pero no duro. Eso si, pierde todo el efecto del punto, no se puede ver lo que era un punto alto o una cadeneta, pero han quedado unos copos muy navideños y estoy contenta con el resultado.
Escribí mis postales y les colgué un copito a cada una ♥ Ya deben estar la mayoría en sus hogares. Este año familiares y amigos más íntimos, el resto recibiréis mi cariño vía online y no porque os quiera menos, sino porque una no llega a todo lo que quisiera.
Feliz Navidad y si os animáis a almidonar, probad el agua de arroz y dejaos de químicos varios, y si os animáis a escribir postales ponedles siempre un toque handmade, se agradece. Aquí tenéis un buzón esperanzado de vuestros mejores deseos.