La muerte de Chueca parece imparable y debida, al menos, a dos causas simples: la primera, el progresivo y evidente capitalismo salvaje de muchos locales –bares, sobre todo- con precios abusivos que de ningún modo justifican ni la calidad ni la atención recibidas por una clientela cuyas economías no pueden portar ni soportar semejante régimen; la segunda, la progresiva, decadente, salvaje y evidente homofobia de un ayuntamiento de derecha extrema que aprovecha el tirón circunstancial del barrio para el turismo global pero estrecha un cerco vigilante en forma de acoso a locales gays; cerco, vigilancia y acoso al que no somete a locales de ambiente hetero.
Seguramente, habrá más causas. Por supuesto, también la crisis.
De todas formas, la muerte de Chueca no es el final, ni mucho menos, de las causas de liberación LGTB. De ningún modo se debe identificar la movidita de Chueca con dichas causas, algo que se ha venido haciendo, por intereses estricta y duramente comerciales, ajenos a la militancia LGTB.
Me da pena, mucha pena que un barrio referencia del turismo gay internacional se venga abajo. En sus calles, callejas, cafés y esquinas he vivido mucho y muy intenso y hermoso. Pero, como dice el refrán, “a rey muerto, rey puesto”. El capital es extremadamente listo y buscará nuevos pastos.
Mientras tanto, las causas de liberación LGTB han de proseguir, pues continúan vigentes, necesarias, urgentes.
Descanse en paz Chueca, si es que se muere de veras, y viva el nuevo Chueca que, sin duda, renacerá.
Filed under: activismo, gays, lesbianas Tagged: capitalismo, Chueca, homofobia, LGTB
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