¡Qué equivocada estoy! Yo siempre había pensado que conseguir que la gente utilizara tu marca para llamar a un producto era un mega-éxito total. Me refiero a cosas como los que decimos Cola-cao para referirnos al cacao en polvo, Tampax para mencionar a los tampones o Nocilla para hablar de la crema de untar de chocolate. No sé, que a mi me daba que el hecho de que hubieras conseguido que la gente sustituyese la denominación del producto por el nombre de tu marca, tenía que ser de ponerse muy, pero que muy orgulloso… Pero parece ser que no, lo dicho, estoy equivocada, discúlpenme.
Este lunes día 2 de marzo, me llegó una carta de la marca Chupa Chups, perteneciente al grupo Perfetti Van Melle S.p.A. por el “uso indebido de Chupatchús y asociación negativa de la marca Chupa Chups”. Me pedían eliminara las menciones a su marca antes del 27 de febrero, algo que por razones obvias no he podido hacer en ese plazo. Quizás hayamos confiado demasiado en el servicio de Correos teniendo en cuenta que la carta está fechada en 20 de febrero… Pero, bueno, os sigo contando que me voy por las ramas.
En dicho comunicado, se referían específicamente a este post que hice sobre la campaña de Bajaciones. En él, se hablaba de una supuesta red social donde uno podía contagiar a otro con sus virus para que el contagiado pudiera darse de baja. Todo era, como digo, una campaña, en la que existía la venta de un producto simbólico (3 caramelos con palito por 9,99€) y cuyos beneficios iban para Médicos Sin Fronteras. Algo que a mi, personalmente, reconozco que me parecía una buena causa… pero, nuevamente, parezco estar equivocada, discúlpenme.
En esta carta me especificaban una frase que yo había puesto: “Para ello han creado el ChupATCHÚS, un chupa-chups de los de toda la vida al que puedes lamer y relamer para infectarlo y contagiar a aquella persona que lo necesite”. Me decían que “dicha asociación es perjudicial para la reputación de Chupa Chups y afecta negativamente a la imagen corporativa del Grupo Perfetti Van Melle”… Y yo, que se ve que últimamente no acierto ni una, pensé que si yo tuviera esta marca y me hubiera enterado de esta campaña, habría donado mis caramelos con palito para ahorrar costes de producción, lo cual me hubiera valido también para hacer responsabilidad social corporativa y mejorar mi imagen de marca. Pero nada, ya os digo que se ve que no atino, discúlpenme.
Total que, haciendo caso a las peticiones de dicha carta, he retirado la mención expresa a la marca, así como aquellas frases que incluían la palabra chupATCHÚS porque dicen tener una similitud fonética. Así, la frase anteriormente mencionada, ha quedado tal que así: “Para ello han creado un caramelo con palito de los de toda la vida (cuya marca no puedo nombrar) con un nombre muy ingenioso que une el verbo chupar y la onomatopeya de estornudar.”. Esto también lo he aplicado en otras partes del post como por ejemplo donde digo “Los beneficios sacados gracias a los caramelos con palito que unen en su nombre el verbo chupar con la onomatopeya de estornudar, van destinados a Médicos sin Fronteras.”.
En dicha carta, además de pedirme la retirada de todas estas menciones, me pedían que publicase una nota que explicara que “ni Chupa Chups ni Perfetti Van Melle tienen nada que ver con la venta del referido producto, exonerando a Chupa Chups y Perfeti Van Melle de cualquier responsabilidad por daños que se pudieran ocasionar como consecuencia de la compra del producto”. Todo esto debía hacerlo en el plazo (imposible de cumplir) anteriormente comentado, o emprenderían “cuantas acciones sean oportunas“. Así que, creo que con este post y tras haber eliminado las denominaciones pedidas, mi parte está resuelta.
Yo creía que pertenecían al castellano y podía utilizar todas las palabras que se incluyeran en la RAE pero, una vez más, no estaba en lo cierto. Lo siento mucho, me he equivocado y no volverá a ocurrir.
PD1: No sé cómo habrá solucionado esta papeleta La Despensa, la verdad.
PD2: Me sé de uno que pedía un “refresco de cola” con tal de no nombrar a ninguna marca… y os aseguro que acaba sonando raro, la verdad.