De todos los políticos que viven completamente alejados de la realidad (que son la inmensa mayoría), están los que por lo menos intentan fingir cierto grado de implicación en las vidas de los ciudadanos, y luego los que viven muy bien en su propio mundo donde son competentes, responsables y un ejemplo a seguir (y además, saben inglés). Este mundo tan particular es el mundo de Chupilandia, donde a cualquiera le gustaría vivir. Un sitio que está más cerca de lo que muchos se piensan, donde todo es armonía, felicidad, actos y eventos importantes, viajes diplomáticos a sitios exóticos, sueldos desorbitados y trajes caros. Y allí, seguro, Ana Botella sería la mejor alcaldesa. Sería la Chupialcaldesa. La releche. La tía Importante con mayúscula. La Reina del Baile.
Madrid, sin embargo, no necesita una Chupialcaldesa. Necesita a una Alcaldesa competente, cuyas declaraciones no hagan subir el precio del pan. Y es que es una verdad mundialmente conocida que absolutamente todos los políticos tienen sus perlas (¿verdad, Montoro? Que los sueldos en España no sólo no bajan, sino que suben, ¿a que sí?), pero nuestra Chupialcaldesa es la única que además de soltarlas, se las cree. Los demás te mienten y son conscientes de que lo hacen. Botella cree, a pies juntillas, que lo que dice es una verdad como la Catedral de Burgos. Como, por ejemplo, ayer, día en el que la Chupialcaldesa dijo con toda convicción que la reforma laboral que ha parido el Gobierno es la que más progreso a traído no sólo al país, sino a la Humanidad.
Pero bueno, que nadie la culpe. Es que en Chupilandia las cosas son así. Allí a abaratar el despido, a echar a la gente de forma masiva y sin indemnizaciones y a bajar los sueldos a porcentajes que rondal el 40, el 50 y hasta el 60 por ciento, se le llama “flexibilidad”. Porque allí, a tener una huelga de limpieza en tu ciudad y comparecer 260 horas después de su inicio se le llama responsabilidad y actuación impecable. Porque allí, a irte a un balneario en medio de una crisis como la del Madrid Arena, es un merecido descanso. Porque allí, que el Comité Olímpico no te dé unos juegos no es, para nada, culpa de tu gestión. Culpa la de ellos, que no tienen ni idea.
Y es que en Chupilandia, los Chupipolíticos que viven en su mundo de medias verdades y realidades propias, serían los reyes del cotarro. Tendrían todo un cortijo decorado con pósteres con su cara, no tendrían votantes sino chachas, aprobarían leyes a bocajarro sin tener que dar explicaciones, darían ruedas de prensa sin aceptar preguntas y vivirían a cuerpo de Rey para que nunca les faltara de nada…
Ah, es verdad, que muchas de esas cosas ya las tienen aquí. Bueno, quizá es que, pobrecitos, se han terminado de creer sus propias mentiras y ya se piensan que España es su Chupilandia particular.
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PD: Sacad las bufandas de lana y esos gorros que os ponía vuestra madre de pequeños que eran un pasamontañas que dejaba al aire sólo la cara. Hace un frío del carajo y como no os abriguéis, se os caerán a cachitos las orejas. Luego no digais que no os he advertido. Hasta el lunes, almas cándidas.