Revista Psicología

Chupinazo de alegrías

Por Rms @roxymusic8

Cuando uno se adentra en el mes de julio no puede evitar echar el pensamiento al norte. San Fermín está presente en nuestra vida aun perteneciendo a otra comunidad autónoma o país. Una fiesta de tal calibre lleva detrás días, semanas y hasta meses de preparativos para ofrecer a los turistas y paisanos una imagen bonita, alegre y llena de sorpresas.

Como si de San Fermines se tratara así ha comenzado los primeros días de julio por tierras valencianas. No hay mejor inauguración de fiesta que un chupinazo de alegría como el que ha aterrizado desde el día 1 hasta el día de hoy. Una sucesión de cambios, experiencias y declaraciones.

Verano suele estar acompañado de nuevas propuestas profesionales o, quizás, nuevos puestos o trabajos temporales. Lo bueno de este período es la oportunidad de ampliar el círculo de contactos y de adquirir competencias, mejorando las presentes. El calor, la intensidad de trabajo y la diversidad de planes atrayentes que uno se encuentra cada día, hacen que se fortalezca la voluntad y arraigue la capacidad de sacrificio. Retos o dificultades, como se quiera, pero dan lugar frutos sabrosos si se consigue lidiar las expectativas con la paciencia.

Esta estación invita al reencuentro o al mejor aprovechamiento de los encuentros anteriores al disponer de menos obligaciones y de más tiempo. Lo importante es echar mano de la agenda, fotos o móvil y trazar un plan dejando sitio a la naturalidad, improvisación y espontaneidad. Sin olvidar la posibilidad de disfrutar de la soledad en compañía del silencio y un buen paisaje ante nuestros ojos. Dejar de lado tecnologías y optar por el directo.

Los comienzos suelen ser fuertes e importantes. Los expertos del deporte saben quién ganará la liga de fútbol o de baloncesto en los cinco primeros partidos, por muchas vueltas que pueda dar todo. Las dietas que irrumpen en estos días están marcadas por la ausencia de dulces, grasas, pan y aceites; y eso el cuerpo lo nota. Julio no podía ser menos y ha empezado con dos cumpleaños de personas importantes, tres declaraciones de santos y beato para la iglesia, una boda de otra persona importante y una nueva ( y primera) encíclica del Papa que dejará huella.

Las alegrías, dicen, hay que compartirlas. Aquí aprovecho la ocasión, y en vivo y directo hago otro tanto de lo mismo. Si uno se pone a pensar en lo que supone cada una de las alegrías expuestas, no puede por menos que radiar felicidad. Hay mucho en cada una, nos sorprenderíamos gratamente, por decir algo: tiempo, experiencias, esfuerzo, amor, oración, dedicación, viajes, generosidad... Un largo etcétera. Las alegrías, dicen, contagian.


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