Ciclismo y marihuana: si fumas, no pedalees

“Un par de porritos al día no te hacen nada”. Si vives en España, seguramente tengas algún amigo que le da a los porros de lo lindo: de acuerdo con todas las estadísticas, el nuestro es uno de los países donde el consumo de marihuana es más alto (República Checa, Inglaterra, Francia o Bélgica nos superan), así que no te debería resultar difícil conocer a algún consumidor.

Pero no, un par de porritos al día sí te hacen daño, sobre todo si pretendes ser un usuario de la bicicleta. Decimos pretendes, porque difícilmente llegarás a ser alguien competitivo sobre el sillín si recurres a la marihuana. Mantendrás la forma, de acuerdo, pero nunca sabrás hasta dónde puedes llegar. Si fumar y beber es malo, ¿acaso no lo es esto?

Cada vez más aceptada socialmente, son ya varios los países (en el caso de Estados Unidos, estados federados) los que se suman a la ola legalizadora. De acuerdo, pero este es otro debate. Si fumas porros, no pedalees.

Riesgo de doping. Desde 1989, el Comité Olímpico Internacional (COI) considera al cannabis como una sustancia prohibida. Pero hay deportes que no aplican una sanción efectiva como si de cualquier otro producto dopante se tratase (ocurre lo mismo con la cocaína, que suele venir acompañada de una sanción económica y una reprimenda moral). Si bien se elimina a través de la orina, los rastros de marihuana permanecen muchísimo tiempo en el organismo ya que se acumulan en el tejido adiposo.

Adicción: el tetrahidrocannabinol (la sustancia por la cual uno da positivo) consiste en una droga social que provoca relax y cambios en el estado de ánimo. Los dos son dos efectos que inducen a la adicción. Y toda adicción es mala. Toda.

Efectos. Los efectos principales se encuentran a nivel cerebral, pero la marihuana no es ergogénica ya que no mejora el rendimiento deportivo. Actúa en el cerebro sobre la zona del hipocampo donde se encuentran los receptores (sentimientos, memoria, acción) presentando falta de motivación, cambios bruscos del estado de ánimo y alteraciones de la coordinación. ¿Tú crees que algo de esto es bueno para el ciclismo?

Para un deportista, el consumo de cannabis no resulta nada beneficioso porque, además de lo ya descrito, incrementa la carboxihemoglobina dificultando la distribución de oxígeno y, por ende, se sufre fatiga, alteraciones en el tiempo de recuperación y dificultad de adaptación cardiaca.

¿Otros efectos? Por si no has tenido poco, la marihuana provoca alteración de la coordinación, pérdida de concentración, aumento de la frecuencia cardiaca, apetito, alucinaciones, sequedad de boca, somnolencia o ataques de pánico. Y a nivel crónico, causa disminución de la concentración y memoria, agudiza la patología respiratoria, disminución umbral de estímulos sobre el gusto, tacto y el sonido y problemas de vocalización. También se han constatado casos de depresión o síndrome esquizoides.