Revista Cultura y Ocio

CICLO CINE CLÁSICO: Gilda

Publicado el 02 noviembre 2015 por Begoña Bravo @AngryBego
CICLO CINE CLÁSICO: Gilda
Título: Gilda Original: Idem Director: Charles Vidor Año: 1946  Reparto: Rita Hayworth, Glenn Ford, George MacReady, Joseph Calleia, Steven Geray,Rosa Rey, Joseph Sawyer, Gerald Mohr, Mark Roberts, Ludwig Donath, Donald Douglas, Lionel Royce, Saul Martell Guión: Marion Parsonnet (Historia: E.A. Ellington) Música: Hugo Friedhofer Fotografía: Rudolph Maté (B&W) Productora: Columbia Pictures Corporation Género: Cine negro. Drama. Romance. ThrillerCalificación: 4/5Sinopsis: Johnny Farrell (Glenn Ford), un aventurero que vive de hacer trampas en el juego, recala en Buenos Aires. Allí lo saca de un apuro Ballin Mundson, el propietario de un lujoso casino, que acaba haciendo de él su hombre de confianza. Un día, Mundson le presenta a su esposa Gilda. Su sorpresa no tiene límites: fue ella precisamente quien lo convirtió en lo que es: un ser cínico y amargado.

"Nunca hubo una mujer como Gilda"
CICLO CINE CLÁSICO: Gilda
Así, en 1946 y con esta frase se vendió esta película. LO que un espectador del siglo XXI vería como una película lenta, costumbrista y con escenas de escaso voltaje, en aquella época fue todo lo contrario: una película trangresora cuyas escenas marcaron a varias generaciones. Por eso suelo decir que hay que ver las películas (y leer los libros) con ojos de época, para comprender su contexto y entender lo que entendió aquel espectador de 1946 al ver esta película. 
Pese a que Gilda causó revuelo, su argumento me parece relativamente simple: un jugador tramposo que es rescatado por el dueño de un casino, del que se pone a su servicio, que resulta estar casado con una mujer al que el amó una vez y que ahora odia con todas sus fuerzas. Esa mujer es Gilda y despertará en él de nuevo sentimientos encontrados. A su vez hay una pequeña subtrama relacionada con el dueño del casino, que desaparece misteriosamente.
CICLO CINE CLÁSICO: GildaNo se puede hablar de Gilda sin mencionar a su estrella, Rita Hayworth, que interpretó a una de las mayores femme fatale del cine, tanto que ella misma llegó a decir: "Todos los hombres que conozco se acuestan con Gilda, pero se levantan conmigo". Cabe decir que su interpretación fue magistral y que refleja todos los demonios por los que atraviesa Gilda. 
Glenn Ford interpreta a Johhny Farrell, el jugador tramposo, un hombre amargado y escéptico que culpa a Gilda de su drama personal y que se siente rescatado por Ballin Mundson (George Macready) y será su más fiel seguidor y mejor trabajador en el casino. Tal era su agradecimiento por el rescate (entiénsase de una vida eterna pensando en Gilda y llevándolo a la perdición), que le dijo a Mundson:
"Entérese de una cosa: yo nací anoche, cuando le encontré en ese callejón."

Mundson es un hombre rico, acostumbrado a conseguir lo que quiere, sim importarle cómo, hasta que en un buen momento se ve obligado a desaparecer misteriosamente. Es, sin duda, uno de los personajes menos definidos de la película. Otro personaje a destacar es el de Uncle Pio (Stephen Geray), uno de los trabajadores del casino y filósofo encubierto, que será en muchos casos de gran ayuda a Farrell y cuya relación será significativa en el transurso de la trama. Es, asimismo, uno de los admiradores de Gilda y un gran cómplice para esta.
CICLO CINE CLÁSICO: Gilda
Como ya mencioné antes, viendo con ojos del siglo XXI, Gilda es una película lenta y con un argumento que podría resultar bastante común y, de haberse estrenado en esta época, la crítica la habría destrozado y en sí no sería gran cosa, lo cual obliga al espectador verla tal cual se vio el año de su estreno, allá por 1946, dejando de lado la trama principal, es decir, la esencia de cine negro que emana la película y centrándose en lo que es en realidad la trama principal: Amor, Celos y Odio.
Porque Gilda es una película que evoca tales sentimientos y, además, hace gala de un erotismo nada común en una sociedad tan puritana como la de aquellos tiempos (recuérdese la mítica escena donde Gilda se quita un guante y baila sensualmente), como el deseo y la tensión sexual que domina tanto a Farrell y a Gilda, demostrando, además, la excelente química entre Ford y Hayworth. Es una película donde la mentalidad de la época, machista y conservadora, donde se puede apreciar los celos de Farrell hacia Gilda era común por aquel entonces. 
CICLO CINE CLÁSICO: Gilda
No obstante, debo destacar un detalle de esta película: la alegoría a la libertad que canta Gilda, un canario encerrado en una jaula dorada, la cual no soportaba y huía constantemente para poder disfrutar algo de la libertad que le era negada por la sociedad. Parte del odio que le profesa a Farrell se debe a los celos de éste, que trataban de obstaculizar su ansiada libertad. 
A pesar de todo, Gilda es una película con mucha carga psicológica, erótica, que supo revolucionar al público durante varias generaciones, ya fuese por sus escenas, su guión irónico y sus soberbias actuaciones, haciendo de ella una de esas películas que deben verse al menos una vez en la vida, aunque con una pequeña aportación personal: no tengo nada contra las películas en blanco y negro, pero haciendo honor al flameado cabello de Hayworth, habría valido la pena que la película hubiera sido rodada en color (y el Technicolor ya hacía acto de presencia por el cine incluso muchos años antes).

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