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Como bien dice esa frase atribuida a Jack el Destripador: vayamos por partes. Para poder analizar en profundidad toda la filmografía de David Lynch debemos comenzar por su opera prima Eraserhead. Posiblemente, en apariencia, la más bizarra de todas sus obras, pero esto es debido a que su estilo era un poco más burdo y menos depurado que en filmes posteriores. Lynch asalta en esta película sus miedos y sus pensamientos de una forma más directa, y de esta forma queda una cosa aún más bizarra que las otras. Pinchar en el reportaje para seguir leyendo.
En Eraserhead (1977) se nos presenta a un personaje completamente estrambótico que engendra a un feto deforme parecido a un lagarto. Básicamente esta es la idea que se desarrolla en la película. Nada más comenzar el film vemos una serie de imágenes que pasan del rostro del protagonista a una imagen de un planeta. Nos sugiere el inicio de esta ensoñación, nos introduce en un planeta extraño, paralelo al nuestro, en el cual todo vale. Desde entonces tendremos que aceptar todo aquello que Lynch nos quiera mostrar. El tema central en torno al cual gira toda la trama es la atracción-repulsión por el sexo. En ningún momento vemos como el protagonista, Henry Spencer (interpretado por Jack Nance), y Mary X (Charlotte Stewart) mantienen las relaciones sexuales que desembocarán en el aborto lagarto. Cuando Henry visita a los padres de Mary y ellos se enteran de que han practicado sexo, la madre se pone amenazante. Lo que han hecho es un acto terrible que traerá unas consecuencias aún más horripilantes. La deforme criatura que traen a la vida es la prueba tangible de sus pecaminosos actos. Cuando ambos se van a vivir juntos, al acostarse ni se besan, ni se acarician, se tumban uno junto al otro en casi total silencio. Y los chillidos de la criatura no deja de recordarles que no pueden tocarse. El personaje de Henry es curioso, y no solo por su horrible peinado, es casi mudo, casi no habla en toda la película. Está constantemente encerrado en su propio mundo, refugiándose de un exterior que le resulta dañino. La atracción que siente por su vecina es casi irrefrenable, una mujer seductora que trata de atraerlo con su voluptuosa figura. En la mirada de Henry podemos ver el deseo, pero también el miedo al sexo y a lo que todo ello conlleva.Hay muchas referencias a la tentativa del sexo aderezadas con la repugnancia que Henry siente por él, como cuando trincha un pequeño pollo que comienza a supurar con el trasero un líquido repugnante. Otro detalle importante es la aparición de una extraña mujer de mofletes deformes que vive tras su radiador en una especie de pequeño teatrillo en el que canta mientras aplasta pequeñas criaturas repugnantes. Este extraño personaje podría simbolizar una especie de salvación o vía de escape para la situación que está viviendo Henry.Su mundo comienza a desmoronarse cuando Mary le abandona dejándole con el chillón aborto. En ese momento todo va a peor, la criatura molesta más que nunca, y Henry acaba por dejarse llevar por sus impulsos más primitivos, se acuesta con su vecina, pero las imágenes en ningún momento son muy explícitas. Su relación se consuma mientras ambos se adentran en un agujero que se forma en medio de la cama, simbolizando una acción maliciosa y pecaminosa. Cuando finalmente Henry encuentra a su vecina con otro cae en la total locura, y acaba matando a la repugnante criatura. De esta forma da rienda suelta a su odio, repugnancia y deseo contenidos durante tanto tiempo.