"Por muy lejos que el espíritu vaya,
nunca irá más lejos que el corazón."Our dreams, our island fue la segunda película que tuve oportunidad de ver en este ciclo que presenta el Museo Nacional; película que habla sobre la amistad, y principalmente sobre la isla de Kinmen; pequeña isla cerca a China que pertenece a Taiwán.Este largometraje de 97 eternos minutos, está dirigida por Peter Tang Zheng- Yu, quien escribe junto a Lin Nai -Wen, esta telenovela disfrazada de película dramática y romance dulzón, adolescente y exageradamente "diabético" para la visión; que no sólo peca en su narrativa e historia, sino en la conformación misma de su estructura fílmica, con erráticas puestas en escena, movimientos de cámara demasiado visibles, y otros elementos que lo relegan a un producto, que parece salido de un "primer trabajo universitario" o peor aún, una producción con fines turísticos hecha por amateurs.Xing yue wujin, su nombre original en mandarín, es la historia de tres adolescente unidos por una amistad que está más allá de otros sentimientos, que finalmente se les despertará ( a los dos jóvenes) cuando a la chica la empieza a cortejar un soldado taiwanés; y la historia se empieza a mezclar con los recuerdos de la hermano mayor de ésta, a quien, hace unos años, un soldado la tuvo que abandonar por una serie de eventos culturales y de discrepancias.Sin una fotografía que llegue a destacar y una melodía que llega a molestar en la mayor parte del largometraje, lo único que se puede rescatar de este producto, son algunas -muy escasas- secuencias de comedia y reflexiones sobre este pueblo, de resto, empezando por las estereotipadas actuaciones, lugares comunes, grotescas y anticinematográficas escenas de "ralentíes" o ralentizar los movimientos en secuencias románticas, de ensoñación y demás, se unen a lluvias inesperadas como metáfora del tormento juvenil, o viajes a caballo en sintonía con sonidos de piano y dulces voces casi infantiles.