Ciclo termina sin acuerdos

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El octavo ciclo de conversaciones entre el Gobierno y las Farc, en La Habana, terminó ayer y al menos, a la luz de las declaraciones a la opinión pública, los ánimos están crispados y no hay partes alentadores. Una dualidad empieza a manifestarse: mientras dicen en un comunicado conjunto que existe un borrador de acuerdo sobre el primer punto y que las conversaciones se retomarán el próximo 15 de mayo, aún no hay nada firmado y las afirmaciones son cada vez
más polarizantes.
Primero fue el comunicado que firmó la delegación de las Farc y leyó Iván Márquez. Un documento que más que de acuerdos o reconciliaciones habla de profundas diferencias con el Gobierno. “Perdón debe implorar un Estado que ha suprimido tantos seres humanos de manera desalmada con su política económica (...)”, anotó Márquez antes de decir que el Estado ni los tribunales tienen ninguna autoridad moral para juzgarlos y que por eso insisten en una
asamblea nacional constituyente. También señalaron que si hubiesen cometido “un error en desarrollo del conflicto y de la resistencia armada” estarían dispuestos tan sólo a revisarlo.
A la vez, las declaraciones que han dado funcionarios del Gobierno en el país parece que ya no pasan inadvertidas y tocan sensiblemente los temas de la mesa. Márquez afirmó que “ningún aporte hacen a la paz mentiras como las lanzadas en el departamento de Sucre por el ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, y otros altos funcionarios”. Se refiere a la jornada que organizó la Unidad de Restitución de Tierras, el pasado martes, para entregar 13 títulos a
familias campesinas de los municipios de Morroa y Ovejas (Sucre), que según el Gobierno abandonaron su tierra hace más de 10 años por amenazas de las Farc.