CICLO WESTERN | Western Union, el espíritu de conquista según Fritz Lang

Que durante los años 40 el Western fue el gran género en auge es un hecho. Y una prueba más es esta película dirigida por Fritz Lang. El director alemán afincado por aquel entonces en Estados Unidos después de deslumbrar al mundo con Metropolis, Los Nibelungos, El Doctor Mabuse o M. el vampiro de Düsseldorf, llegó al país de las oportunidades para seguir sorprendiendo y desde luego lo hizo. Lejos de ser una de sus películas más conocidas se encuentra este film, Western Union (El espíritu de conquista), segundo western del director precedido por The Return of Frank James (La Venganza de Frank James).

La película se centra en la época en que jóvenes con visión de futuro se dedicaba a instalar el telégrafo por todo el territorio estadounidense. Para hacerlo, el empresario e ingeniero Edward Creighton contará con la ayuda de Vance Shaw antiguo criminal que ha decidido dejar esa mala vida, y con Richard Blake, un joven de familia adinerada que busca madurar y vivir aventuras lejos de casa. A lo largo de la dura tarea que han emprendido, los tres protagonistas lucharán contra las adversidades del terreno, los indios y las reticencias y desconfianzas entre ellos.

Después de un prólogo clave para el posterior desarrollo del film y las relaciones entre personajes, la obra empieza de forma ligera con una comedia de enredos y de conquistas amorosas, dejando las terrenales en segundo plano. Pero poco a poco, una vez Lang ya te ha hecho cómplice y empático con los protagonistas, la trama se oscurece y empieza una sutil batalla.

Western Union (El espíritu de conquista) es un choque de titanes, un choque de personalidades que simbolizan el rudo oeste en el que no puedes confiar en nadie ni en nada y la creciente civilización gracias a la expansión de la rudimentaria tecnología. Un tema que como hemos visto en anteriores artículos es una constante. Y es que entre lineas es fácil leer que la verdadera conquista del ser humano, y mucho más hoy en día, es el dominio de la tecnología, elemento que se ama y se teme por igual.

Este enfrentamiento está personalizado por los actores Robert Young como Richard Blake que con su sonrisa socarrona y su seguridad suple su inexperiencia; y Randolph Scott como Vince Shaw quien con una mirada triste y profunda esconde la experiencia y sus errores del pasado. Estas dos geniales actuaciones están acompañadas por las de Dean Jagger encargado de interpretar a Edward Creighton y Virginia Gilmore que da vida a su hermana Sue Creighton.

Fritz Lang dirige con vigor el salvaje oeste, regalándonos una película de ritmo envidiable con una calculada estructura y una ascendente tensión entre ellos y para con los indios. El film de bellísima factura posee un gran trabajo de fotografía en technicolor de los camarógrafos Edward Cronjager y Allen M. Davey.

Bajo el disfraz de western Lang vuelve a reflexionar sobre la condición humana, su condicionamiento, su positiva fuerza de voluntad así como la irremediable atracción hacia el “mal”.

NOTA