Revista Espiritualidad

Ciencia, cientificismo y filosofía

Por Luistovar


Ciencia,  cientificismo y filosofía
¿Qué es eso del cientificismo? El profesor Carlos Javier Alonso, en su artículo Panorama histórico del cientificismo",  lo define así: 

"El cientificismo constituye la  teoría en virtud de la cual los  únicos conocimientos válidos son  los que se adquieren mediante las ciencias experimentales, y la  investigación científica basta para satisfacer las necesidades de la  inteligencia humana. El cientificismo conforma entonces  una absolutización de la ciencia, al tiempo que una injustificada  restricción del saber humano que lo reduce exclusivamente al conocimiento científico."


¿Todo conocimiento válido es ciencia y sólo el conocimiento científico es el único válido? En absoluto. Y no hace falta apelar al arte o a cualquier otra manifestación cultura humanística, como erróneamente se suele hacer, para esclarecer el asunto. Por ejemplo, la lógica no es ciencia sino que, al contrario, la ciencia necesita basarse en la lógica. Del mismo modo, las matemáticas tampoco son ciencia, pero la investigación científica necesita de las matemáticas. Ni la lógica ni las matemáticas son ciencias, no utilizan el método científico ni se refieren a hechos empíricos, sino que tienen su propio ámbito y método de investigación. Ciencias - en sentido estricto - son la física, la química, la geología o la biología.  Es decir, todo aquel conocimiento que haga referencia a entidades empíricamente comprobables y que se puedan cuantificar, calcular y medir.
Por otro lado, la filosofía existe de forma autónoma y previa a la ciencia. De hecho, la ciencia necesita fundamentarse en bases filosóficas. Así lo argumenta Mario Bunge, al exponer que la ciencia se basa presupuestos teóricos como el materialismo que no pueden ser explicados ni demostrados por el método científico.
Según explica el famoso filósofo de la ciencia, Thomas Kuhn, han habido distintos versiones de la ciencia a lo largo de la historia, y el paradigma que ha sostenido cada versión de la ciencia estaba basado en teorías filosóficas (atomismo, escolástica, racionalismo, empirismo). Se podría decir razonablemente que la ciencia es realmente una rama o derivación de la filosofía, que se dedica al estudio de lo que denominamos naturaleza o mundo natural.
O como afirma Daniel Dennet: 

"En primer lugar hay que aclarar que no existe la ciencia libre de filosofía. Hay ciencia en la que no te tomas la molestia de examinar tus presupuestos filosóficos, y ciencia en la que sí lo haces, pero siempre hay presupuestos filosóficos."


La ciencia existe fundamentada en prepuestos filosóficos como el naturalismo, el realismo y el materialismo. El error precisamente está en creer que la ciencia existe en un vacío o de manera independiente, cuando en realidad es consecuencia de una determinada forma de ver el mundo. Aunque el hecho de que haya diversas teorías filosófícas o visiones del mundo no significa que todas sean igualmente correctas desde el punto de vista de la lógica y los hechos empíricos.
La postura cientificista supone que la ciencia reduce y, finalmente, elimina el ámbito de actuación que pertenece a la filosofía. No hay ninguna razón que justifique semejante postura. Lo que la ciencia propiamente estudia nunca ha sido objeto de estudio de lo que entendemos por filosofía. A no ser que nos refiramos, claro, a la "filosofía natural" que fue una rama de la propia filosofía antes de convertirse en lo que hoy entendemos por ciencia. Pero la ciencia no estudia los conceptos, ni los valores, ni las categorías.
En su obra Breve Historia de la Filosofía, el académico Justus Harnack - comentando el pensamiento de Hegel - explica de este modo la singularidad de la filosofía: 

"Lo que la filosofía es, y hace, se puede expresar en diferentes modos; pero un modo de hacerlo es decir que la filosofía trata de categorías. Y la naturaleza lógica y la existencia de las categorías, evidentemente no puede ser afirmada ni negada por la experiencia, pues la experiencia presupone las categorías, y de esto se sigue que las categorías en sí no pueden ser objeto de la experiencia. Sin embargo, la filosofía es aplicable a la experiencia por el hecho de que nada puede ser experimentando, concebido, pensado, entendido, ni descrito, sin la ayuda de las categorías. (...) La filosofía no trata del contenido de la realidad, sino de la estructura lógica de la realidad. Y la estructura lógica de la realidad se define en términos de los conceptos, categorías que condicionan todo pensamiento y comprensión de la realidad."


De hecho, es razonable suponer que la ciencia ha aumentado el ámbito de actuación de la filosofía, ya que el progreso científico y tecnológico ha motivado cuestiones y problemas que anteriormente no existían. No hay más que echar un vistazo a la filosofía cuántica o la neurociencia, que son disciplinas científicas cargadas profusamente de especulación filosófica. Por no hablar de la bioética, surgida hace pocas décadas, que focaliza la reflexión moral en cuestiones como el aborto, la eutanasia, la clonación, y otros temas directamente relacionados con la medicina y la salud, a los que la ciencia no puede aportar ninguna respuesta sobre su moralidad. La ciencia puede explicar cómo se produce el proceso de clonación, y cómo llevarlo a cabo, pero debido a su propia idiosincrasia simplemente no puede decirnos si debemos o no debemos hacerlo, si está bien o mal en sí misma.
En su Diccionario Filosófico, André Comte-Sponville apuntaba esta reflexión acerca del cientificismo:

"El matemático Henri Poincaré dijo lo que había que decir contra esa peligrosa necedad: «Una ciencia siempre habla en indicativo, nunca en imperativo». En el mejor de los casos, [la ciencia] dice lo que es; la mayoría de las veces, lo que parece o puede ser; y en ocasiones, lo que será. Pero nunca lo que debe ser. Por eso no puede reemplazar a la moral, ni a la política, (...)"


Si uno se fija detenidamente podrá apreciar que el cientificismo necesita hacer una argumentación filosófica - no científica - para poder auto-justificarse. Necesita exponer argumentos filosóficas para intentar convencer de que sólo la ciencia y nada más que la ciencia es conocimiento válido. Pero, claro, la explicación que aporta para ello no es científica, sino puramente filosófica. Luego el cientificismo se refuta a sí mismo, al utilizar una forma de conocimiento - la lógica - que no pertenece al método científico ni se deduce del método científico, para explicarse a sí mismo. 
El cientificismo - al igual que muchas doctrinas políticas totalitarias - consiste en eliminar cualquier tipo de reflexión filosófica acerca de los presupuestos que fundamentan la ciencia, convirtiéndose ésta en una especie de escolástica dogmática que ya no puede ser cuestionada y que impone sus criterios arbitrariamente. En palabras de Tzvetan Todorov:

"Hay que insistir en ello: el cientificismo no es la ciencia, es más bien una concepción del mundo que creció, como una excrecencia, en el cuerpo de la ciencia. Por esta razón, los regímenes totalitarios pueden adoptar el cientificismo sin favorecer, necesariamente, el desarrollo de la investigación científica. Y con razón: ésta exige someterse sólo a la búsqueda de la verdad, no al dogma."


La ciencia absolutamente nada nos puede decir acerca de si está bien o mal el hecho de utilizar a individuos en que no hayan dado su consentimiento para experimentar con ellos, y provocarles así daño, sufrimiento y muerte. La ciencia no puede proporcionar ningún criterio ni juicio acerca de la moralidad de esos hechos. Es a la ética (una parte de la filosofía) la que nos permite hacer evaluaciones morales, a partir de principios, valores y criterios que distinguen entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal.
Del mismo que criticar el racismo no significa atacar a las razas (ya sea el concepto o a quienes las componen), o criticar el antropocentrismo no implica atacar a la humanidad; el hecho de criticar y refutar el cientificismo no tiene relación alguna con atacar a la ciencia, sino solamente con hacer ver que detrás de lo que el cientificista llama "ciencia" se esconde en realidad una particular visión del mundo que se pretende imponer como única y absoluta utilizando como excusa para ello a a la ciencia y distorsionando su significado.

Ciencia,  cientificismo y filosofía

El cientificismo aplicado a la moral, en pocas palabras


De nuevo, Todorov expone como el cientificismo pretende utilizar las conclusiones de la ciencia como si fueran normas morales:

“Los valores resultan de la naturaleza de las cosas, son un efecto de las leyes naturales e históricas que gobiernan el mundo y, por lo tanto, corresponde de nuevo a la ciencia dárnoslos a conocer. El cientificismo consiste, efectivamente en fundar, sobre lo que creemos son los resultados de la ciencia, una ética y una política (…) la ciencia, o lo que se percibe como tal, deja de ser un simple conocimiento del mundo existente para convertirse en generadora de valores, al modo de una religión; puede por tanto orientar la acción política y moral. Conocer la verdad para que el orden de la sociedad se adapte a ella…”


Esto en el fondo no es más que otra enésima versión de la falacia naturalista. Se pretende justificar determinada ideología o status quo apelando a determinados hechos que podemos encontrar en la naturaleza. 
Los reaccionarios siempre han tratado de usar la ciencia para intentar justificar o avalar la violencia y el odio contra otros. A esta postura se la ha denominado tradicionalmente "darwinismo social". Pero no es ciencia, sino mera ideología. Es, simplemente, fascismo (los poderosos tienen derecho a pisotear a los débiles)


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