Por César Paz y Miño
(Publicado originalmente en Ecuador Universitario, Quito, el 15 de junio de 2014)
Umberto Eco (tomado de: https://periodicocorreo.com.mx/muere-el-escritor-italiano-umberto-eco/)
Dentro de las expresiones y actividades intelectuales más fascinantes de la humanidad están la ciencia y el arte. Los dos requieren innovación intelectual, sensibilidad emocional, paciencia laboral e impacto social; propuestas donde los dos se conjugan, revelan la belleza de la naturaleza sistematizada por la ciencia y representada por el arte.
Muchos museos del mundo promocionan la física, la química, la biología y más ciencias, y ponen a disposición del público sus impactantes imágenes, piezas, aparatos, dibujos, etc. La Ciudad de las Artes y la Ciencia en Valencia o el Museo Contemporáneo de Vigo, España, son un buen ejemplo del interés de los museofílicos por la ciencia transformada en arte.
El arte y la ciencia están ligados a la humanidad desde las huellas históricas en los registros rupestres, las figuras arqueológicas, las pinturas, fotografías, dibujos, incluso el cine y más expresiones, como una forma de disfrutar el conocimiento científico plasmado de otra manera.
La relación ciencia arte se puede ver en las imágenes de la doble hélice del ADN pintada por Salvador Dalí, los dibujos asombrosos de Leonardo da Vinci, las representaciones del cosmos tan bien logradas por Carl Sagan, los dibujos de la flora americana de José Celestino Mutis o de la Flora huayaquilensis, de Juan Tafalla, Ruiz y Pavón, el cuadro sobre el microscopio de Fernando Bueso, la pintura de Man’s Crop, de Eric Hayden. También es posible adentrarse en el bioarte, es decir, el uso de elementos de la biología o la genética para impresionar sobre los logros de estas ciencias, a través del conejo fluorescente de Eduardo Kac, el Paraje olvidado, del portorriqueño Carlos Marcial, que muestra la contaminación ambiental, o algunos de los cuadros del ecuatoriano Oswaldo Guayasamín sobre los efectos de la bomba atómica.
Hay varios libros que recopilan la relación arte y ciencia: los de Umberto Eco de Historia de la belleza y la fealdad; El dolor en la pintura, de Pedro Gargantilla; Mutantes, de A. Marie Leroi; y de los más llamativos por su temática, el de Arte y Ciencia: Aproximaciones, del venezolano José Iraides Belandria, que enfoca lo fascinante y artístico de la mecánica cuántica, de la luz, del espacio. Otro libro más especializado, del genetista argentino Néstor Bianchi, titulado Genética y Arte, complemento perfecto de Genetics and Malformation in Art, de J. Kunze, fascinan en el enfoque propuesto.
El arte y la ciencia están unidos y sobrevivirán por la misma esencia: la pasión ante el universo, la naturaleza, la innovación y la vida.
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