Investigadores de la Universidad de Princeton (EEUU) han conseguido solidificar luz
Un avance “nunca visto” que puede ayudar a comprender el comportamiento de la materia a nivel cuántico y crear nuevos materiales.
Han conseguido la solidificación de la luz reuniendo fotones, partículas lumínicas, y fijándolos en un espacio.
Según cuenta la revista Physical Review X, estos avances han sido realizados con la finalidad de crear un dispositivo capaz de simular el comportamiento de las partículas subatómicas, para estudiarlas y conocerlas.
¿Como han conseguido lo imposible?
Para construir el dispositivo en cuestión, los investigadores crearon, con materiales superconductores, una estructura que contiene 100 mil millones de átomos y diseñada para actuar como un solo “átomo artificial”.
Luego colocaron dicho átomo artificial cerca de un cable superconductor que contenía fotones. Merced a las reglas de la mecánica cuántica, los fotones del cable adquirieron, como por “contagio”, algunas de las propiedades del átomo artificial, esto es, quedaron vinculados a él en cierto sentido.
Este hecho cambió su comportamiento, de tal forma que los fotones, que normalmente no interactúan entre ellos, empezaron a hacerlo. El resultado fue el siguiente: la luz pasó a mostrar un comportamiento colectivo insólito y “similar a las fases de la materia que se dan en los líquidos y los cristales que estudia la física de la materia condensada”, explica Darius Sadri, otro de los protagonistas del avance.
“Aquí hemos creado una situación en la que la luz se comporta efectivamente como una partícula, en el sentido de que dos fotones pueden interactuar con mucha fuerza”, añade. “En uno de los modos de funcionamiento (provocados), la luz chapotea de un lado a otro, como un líquido; en el otro modo, se congela”.
El dispositivo en cuestión es relativamente pequeño, y consta de solo dos partes: aquella en que el átomo artificial permanece, y el cable superconductor.
Pero los investigadores creen que, mediante la expansión del dispositivo y del número de interacciones, se podría aumentar la capacidad de la máquina para que esta simule sistemas más complejos, desde una molécula a un material completo. Futuros dispositivos con cientos de partes permitirían observar fases exóticas de la luz, similares a las de los superfluidos y los materiales aislantes, esperan.