Los rincones, grietas heladas y sombreadas de la luna pueden contener agua congelada en más lugares, y en cantidades mayores, de lo que se sospechaba anteriormente. Y por primera vez, se confirmó la presencia de agua en la superficie iluminada por el sol de la luna, informaron científicos el lunes.
Esa es una buena noticia para los astronautas de las futuras bases lunares. Estos podrían aprovechar los recursos hídricos para beber y producir combustible para cohetes. Si bien las observaciones anteriores han indicado millones de toneladas de hielo en los cráteres permanentemente sombreados de los polos de la luna, un par de estudios en la revista Nature Astronomy llevan la disponibilidad de agua superficial lunar a un nuevo nivel.
Más de 40.000 kilómetros cuadrados de terreno lunar tienen la capacidad de atrapar agua en forma de hielo, según un equipo dirigido por Paul Hayne de la Universidad de Colorado. Eso es un 20% más de área que las estimaciones anteriores, dijo.
La presencia de agua en superficies iluminadas por el sol se había sugerido previamente, pero no se había confirmado. “Las moléculas están tan separadas que no están ni en forma líquida ni sólida”, dijo el investigador principal Casey Honniball, becario postdoctoral en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Maryland.
El director de astrofísica de la NASA, Paul Hertz, dijo que es demasiado pronto para saber si esta agua, que se encuentra dentro y alrededor del cráter Clavius iluminado por el sol del hemisferio sur, sería accesible. La superficie podría ser más dura allí, arruinando ruedas y taladros.
Estos últimos hallazgos, sin embargo, amplían los posibles lugares de aterrizaje para robots y astronautas por igual.
Por ahora, la NASA dijo que todavía tiene como objetivo enviar astronautas al polo sur lunar, especialmente rico en agua helada. La fecha límite de la Casa Blanca es 2024.
Sofía como base aérea imprescindible para el estudio
Para el segundo estudio, los científicos utilizaron el observatorio de infrarrojos aerotransportado Sofia de la NASA para identificar de manera concluyente las moléculas de agua en las partes de la luna iluminadas por el sol justo fuera de las regiones polares. La mayoría de estas moléculas probablemente estén almacenadas en los huecos entre el polvo lunar y otras partículas o sepultadas en el residuo vidrioso de los impactos de micrometeoritos. De esta manera, las moléculas pueden resistir el duro entorno de la luna, dijeron los científicos.
Por ahora, Sofía puede analizar solo la superficie más externa de la luna, pero estas moléculas de agua podrían estar enterradas a yardas (metros) de profundidad, señaló Honniball. En comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que Sofia detectó en el suelo lunar.
Los científicos creen que toda esta agua en la luna proviene de cometas, asteroides, polvo interplanetario, viento solar o incluso erupciones volcánicas lunares. Tendrán una mejor idea de las fuentes “si podemos bajar a la superficie y analizar muestras del hielo”, dijo Hayne.
La NASA planea lanzar un vehículo explorador de búsqueda de agua llamado Viper al polo sur de la luna para fines de 2022. Los astronautas seguirían una serie de misiones destinadas a establecer bases a largo plazo. La agencia espacial quiere que su nuevo programa de alunizaje Artemis sea sostenible, a diferencia del programa Apolo de hace medio siglo.
Cortesía AP News