Desde hace mucho tiempo, la comunidad científica teoriza que el gas hidrógeno puede convertirse en metal. Inicialmente, los investigadores no lograban establecer exactamente cuánta presión era necesaria para lograr dicha transición de fase. Sin embargo, en los últimos años, los teóricos llegaron al consenso de que el hidrógeno debería volverse sólido a aproximadamente 425 gigapascales.
La teoría todavía seguía sin poder comprobarse, ya que no existía en nuestro planeta una forma de generar tanta presión. Al menos no hasta el año pasado. En 2019, unos científicos de la Comisión de Energía Atómica y Energías Alternativas (CEA) logró perfeccionar una celda de yunque de diamante, un dispositivo utilizado en experimentos para ejercer presiones extremas. Con el nuevo aparato, pasó a ser posible aplicar presiones de hasta 600 gigapascales.
- Al llevar a cabo el experimento, los científicos observaron que las muestras de hidrógeno comprimidas a 425 gigapascales, de hecho, bloqueaban toda la luz infrarroja y visible, así como también presentaban reflectividad óptica.
El resultado de la investigación sugiere que, como teorizado, el hidrógeno se vuelve sólido a 425 gigapascales. Sin embargo, los científicos ya están planeando realizar otra prueba para respaldar sus hallazgos. Además, planean descubrir si la muestra pasa a conducir electricidad bajo esta presión.