Revista Salud y Bienestar
Los resultados de un estudio piloto desarrollado en un centro de salud de Estados Unidos ha demostrado que el cobre no sólo reduce en un 90% la contaminación microbiana en las superficies de contacto fabricadas con este metal, sino que su efectividad también se extiende a superficies cercanas hechas de otros materiales, reduciendo así sus niveles de contaminación.
El estudio se ha desarrollado en la atención ambulatoria de pacientes con enfermedades infecciosas del North Shore Long Island Jewish Health System de Nueva York. Para realizar las pruebas se instalaron bandejas y reposabrazos fabricados con cobre en varias sillas de extracción de sangre. Los resultados de este estudio corroboran la reducción de hasta el 90% en la contaminación microbiana de las superficies de cobre, pero además, revelan que la proximidad de este metal provoca también una reducción del 70% en la contaminación de las superficies adyacentes no fabricadas con cobre.
La mayoría de las muestras tomadas en las sillas con componentes de cobre contenían cantidades de bacterias inferiores a las que podrían suponer un riesgo para los pacientes (5 ufc/cm2). Mientras, la mayoría de las muestras recogidas en las sillas de extracción que no tenían cobre estaban por encima de este nivel.
Dado que la carga microbiana del entorno es un componente de riesgo asociado a la atención sanitaria, cruzando estos datos con el número de pacientes, los investigadores descubrieron que cuando se emplean las sillas con reposabrazos de cobre, la exposición a microbios es 17 veces menor que cuando los reposabrazos son de otros materiales. Por lo que se refiere a las bandejas de cobre, el riesgo es también 15 veces menor que con las bandejas convencionales.
Ya es conocido que los microorganismos pueden sobrevivir durante mucho tiempo en superficies de contacto que están presentes con frecuencia en el entorno de los pacientes. Los raíles de las camas, los botones de llamada y las mesillas son algunas de estas superficies. Este estudio se ha desarrollado en un entorno que generalmente se pasa por alto: un centro ambulatorio, donde acude una gran cantidad de personas potencialmente infectadas y con mayor movilidad que en los hospitales, aumentando las posibilidades de contaminación cruzada.
En este entorno, los responsables de la investigación han descubierto que las sillas tradicionales, incluso cuando se limpian con regularidad, actúan como depósitos para la propagación de las bacterias, especialmente los estafilococos, tanto entre los pacientes como entre el personal sanitario.
-Un hallazgo que amplía la eficacia de Antimicrobial Copper Cu+
Los resultados de estos nuevos estudios confirman los hallazgos de los ensayos clínicos realizados en el Hospital Selly Oak de Reino Unido, los cuales han llevado a la creación de la marca Antimicrobial Copper Cu+, recientemente presentada en España. Dicha marca identifica a los productos fabricados con cobre y aleaciones de cobre que continuamente inactivan a los microbios patógenos presentes en las superficies de contacto de hospitales, edificios públicos, oficinas, gimnasios, escuelas y medios de transporte público.
Las pruebas realizadas en Selly Oak demostraron que existe una reducción de la contaminación del 90-100% en las superficies de cobre frente a otras fabricadas en otros materiales. Su efectividad ha sido probada en todo tipo de superficies de contacto tales como pomos y batientes de puertas, asientos de inodoros, grifos, interruptores de la luz o pasamanos. Así mismo, el cobre es el único material sólido registrado como antimicrobiano por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA).
El estudio se ha desarrollado en la atención ambulatoria de pacientes con enfermedades infecciosas del North Shore Long Island Jewish Health System de Nueva York. Para realizar las pruebas se instalaron bandejas y reposabrazos fabricados con cobre en varias sillas de extracción de sangre. Los resultados de este estudio corroboran la reducción de hasta el 90% en la contaminación microbiana de las superficies de cobre, pero además, revelan que la proximidad de este metal provoca también una reducción del 70% en la contaminación de las superficies adyacentes no fabricadas con cobre.
La mayoría de las muestras tomadas en las sillas con componentes de cobre contenían cantidades de bacterias inferiores a las que podrían suponer un riesgo para los pacientes (5 ufc/cm2). Mientras, la mayoría de las muestras recogidas en las sillas de extracción que no tenían cobre estaban por encima de este nivel.
Dado que la carga microbiana del entorno es un componente de riesgo asociado a la atención sanitaria, cruzando estos datos con el número de pacientes, los investigadores descubrieron que cuando se emplean las sillas con reposabrazos de cobre, la exposición a microbios es 17 veces menor que cuando los reposabrazos son de otros materiales. Por lo que se refiere a las bandejas de cobre, el riesgo es también 15 veces menor que con las bandejas convencionales.
Ya es conocido que los microorganismos pueden sobrevivir durante mucho tiempo en superficies de contacto que están presentes con frecuencia en el entorno de los pacientes. Los raíles de las camas, los botones de llamada y las mesillas son algunas de estas superficies. Este estudio se ha desarrollado en un entorno que generalmente se pasa por alto: un centro ambulatorio, donde acude una gran cantidad de personas potencialmente infectadas y con mayor movilidad que en los hospitales, aumentando las posibilidades de contaminación cruzada.
En este entorno, los responsables de la investigación han descubierto que las sillas tradicionales, incluso cuando se limpian con regularidad, actúan como depósitos para la propagación de las bacterias, especialmente los estafilococos, tanto entre los pacientes como entre el personal sanitario.
-Un hallazgo que amplía la eficacia de Antimicrobial Copper Cu+
Los resultados de estos nuevos estudios confirman los hallazgos de los ensayos clínicos realizados en el Hospital Selly Oak de Reino Unido, los cuales han llevado a la creación de la marca Antimicrobial Copper Cu+, recientemente presentada en España. Dicha marca identifica a los productos fabricados con cobre y aleaciones de cobre que continuamente inactivan a los microbios patógenos presentes en las superficies de contacto de hospitales, edificios públicos, oficinas, gimnasios, escuelas y medios de transporte público.
Las pruebas realizadas en Selly Oak demostraron que existe una reducción de la contaminación del 90-100% en las superficies de cobre frente a otras fabricadas en otros materiales. Su efectividad ha sido probada en todo tipo de superficies de contacto tales como pomos y batientes de puertas, asientos de inodoros, grifos, interruptores de la luz o pasamanos. Así mismo, el cobre es el único material sólido registrado como antimicrobiano por la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA).
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