Cientos de personas reivindicaron en Mallorca la lengua y la cultura catalana.

Cientos de personas se manifestaron el sábado pasado en Palma de Mallorca para defender la lengua y la cultura catalana. La concentración tuvo lugar en la Plaza Mayor y fue convocada por la Obra Cultural Balear (OCB). En el acto, en el que participaron unos 8.000 manifestantes según la organización y 1.000 según la Policía, se pidió la liberación de los políticos catalanes presos y el cese del “golpe de Estado” en Venezuela. Bajo el nombre de 'Diada per la llengua', se hicieron alusiones a los políticos catalanes presos y se leyó una carta escrita por el presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. En el manifiesto se exigió a los gobernantes “más compromiso con la normalización lingüística” y un “impulso decidido por la cultura”, haciendo referencia a la “defensa de la libertad de expresión y creación” y recordando que “nadie tiene que ser perseguido por expresar sus opiniones ni por sus creaciones artísticas”, en referencia a Valtònyc. El rapero mallorquín cuyas letras se basaban en una marcada ideología comunista, anticapitalista, republicana y antifascista, se autoexilió a Bélgica después de conocerse que el tribunal de la Audiencia Nacional le condenaba a 3 años y medio de cárcel por “enaltecimiento del terrorismo y humillación a sus víctimas, calumnias e injurias graves al rey y amenazas”. Una voluntaria leyó una carta escrita por el presidente de Òmnium Cultural. Y el presidente de la Obra Cultural Balear, Josep de Luis, reivindicó el catalán como “un elemento de cohesión social y una puerta de acogida y bienvenida”. También se exhibieron carteles reclamando la libertad de los presos políticos y el retorno de los exiliados. El representante de la OCB en Llucmayor manifestó que el acto “pretendía ser la voz de un pueblo unido, alegre y decidido a afrontar los retos colectivos con confianza en el presente y con la esperanza en el futuro”, con el objetivo de construir “una sociedad cohesionada y próspera, en la que todo el mundo tenga garantizado el acceso al aprendizaje de la lengua catalana”. La Diada sirvió para defender la libertad de expresión y la libertad de creación, con un claro mensaje: “Nadie ha de ser perseguido por expresar sus opiniones, ni por sus creaciones artísticas”.