Revista Bolsa

Cilco de vida de empresas e inversión en bolsa.

Por Jweiss1

Cilco de vida de empresas e inversión en bolsa.

No siempre una inversión que parece tener
gran futuro mejora con la edad.

Vamos a un asunto curioso, escondido, un recoveco con el que nos encontramos al invertir en bolsa y es el tipo de estrategia al que se tiene que atener la empresa de acuerdo al mercado en el que se encuentra. Ya se, esta usted bostezando... sí lo entiendo. Sin embargo es tanto o más importante que las cuentas. ¿Por que? Pues porque no podemos saber el futuro, pero por saber lo que puede representar un error en el futuro. Es como cuando a un niño se le inculca el amor por la Ponferradina. Es loable, es su ambiente, es su gente, serán sus colores. Pero se hace harto inprobable que la Ponferradina gane una Champions League en los próximos 30 años (acabamos de perder a los suscriptores del Bierzo). Es duro pero es así. La aspiración de ese niño por ver al equipo  rodeado de confeti en un campo Europeo es bastante remoto. Mala suerte chavales...
Aunque todos nosotros trabajamos y nos quejamos de nuestras empresas a veces no solemos pararnos a pensar si la cosa irá a peor o mejor teniendo en cuenta el entorno y el resto de sectores. El ciclo de vida (otro palabro de gilipollas con corbata), es decir la capacidad de facturar en un mercado, de la empresa marca esta pauta.
Según evoluciona una empresa está en una cierta tipología explicada por 1000 blogs serios anteriormente (somos unos copiones) y es a lo que hoy vamos, pero dando un poco de leña a ver si plasmamos la importancia de tener esto presente. Veamos esos tipos:
  1. Industrias Nuevas o que se meten en nuevos berenjenales. Son todo ese tipo de empresas que suelen fracasar en algo muy novedoso. De esas surgen otras como Apple, Google o FaceBook es u día. Obsesionadas por la tecnología tienen productos a medio hacer que cuesta vender y más aún desarrollarlos y posicionarles en el mercado. En realidad sus productos pueden ser una mierda pinchada en un palo o quedarse a la mitad (se acuerdan de Zeltia y su biotecnología, se acuerdan de Abengoa y su centrales termosolares, se acuerdan de Carbures, etc... ) . Es curioso ahí casos como el de Abengoa, ya que simplemente era una empresa de ingeniería reconvertida o que buscaba nuevas tecnologías punteras en su día. Este tipo de empresas se enfrentan al reto de saber donde se quiere llegar, pero no tener ni pajolera idea de como hay que hacerlo (ni ellos ni nadie, vamos). Por el camino se van encontrando trabas tecnológicas, de organización de procesos, barreras regulatorias muchas veces según avanzan, de contratación de especialistas, de dependencia de ayudas a su fomento y condicionamiento políticos. Vamos, eso que antes era ser industrial y ahora ser emprendedor y que parece que mola mucho cuando tienes 18 años, pero que en realidad es un maldito infierno. Si encuentran la aguja en el pajar, lo petan, vease las de arriba, y si no, pues a trancas y barrancas. Además se encuentran normalmente con competencia con productos muy diferentes y novedosos que aparecen a la vez y son muy dependientes a veces de proveedores muy especializados. Todo ello hace que empresas 'superguachis' que deberían de ser nuevas y tener una nueva mentaliadd empresarial en realidad se llenen de directivos que hacen todo la  'mecaguenlaleche' y saco escrotal, de esos que desmotivan a los de abajo, cobran mucho, vuelven la gestión de la empresa un caos.
  2. Industrias que se encuentran con un mercado 'guays'. Dice el chiste que los que ganan la medalla de oro están pletóricos, los de plata miran para arriba con mala leche al primero, y el de bronce se mira la medalla con cara de tonto diciendo ' joer... mira lo que me han dado'. Pues en bolsa los terceros son muy buena inversión. En la pasada década Telefónica se encontró con la telefonía Mobil, los textiles con legiones de chicas yendo a comprar a cadenas a centros comerciales, las constructoras con booms inmobiliarios sin precedentes. Quizás en caso de Telefónica es aún más interesante, porque pasada la fase de los móviles lo intento con los 2.0 y redes sociales y se pego una ostia de las buenas. Lo bueno que tiene una empresa de estas es que va con un una potencia financiera salvaje respecto a las industrias nuevas. Lo malo es que ya están llenas de directivos financieros y abogados, contratados para controlar las primeras fases o adecuados a fases maduras, que no permiten o interfieren en que la parte innovadora de la empresa disponga de y medios de la empresa tenga tiempo para el desarrollo. La paciencia suele ser chunga. 
    No suelen dar un misero dividendo, así que asegúrese de que crecerá... jeje (se dice fácil eh!...)
  3. Industrias maduras. Entramos en el mundo de las maduritas y como en el porno tenemos madres con sobrepeso, normales y MILFS (no es machismo, es que es lo que hay en la red). Son empresas que superaron en algún momento la primera fase de comenzar con un nuevo mercado, que se metieron en un nuevo mercado o que se encontraron con un nuevo mercado. Pongamos el caso que analizamos hace unos días de Telefónica, o Iberdrola, Viscofan, o casi todas las del IBEX. Superada la primera fase no a todas les sientan bien los años. Por un lado están las que pillan sobrepeso de deudas (ej. Teléfónica en este momento). Estas mantener se mantienen consiguieron despuntar y crecer, incluso dan pingües dividendos, pero los años son los años y los mercados. 
    Luego las MILF que caminan lozanas por el mundo (ej. Inditext). Estas son muy buenas para el inversor, y el objeto del deseo de cualquier accionista fundamental es encontrar una del anterior punto que llega a ser una de estas. Google, Facebook o Apple en los últimos años ganan y ganan y ganan y aunque parece que saldrán otras, siguen ganando y manteniéndose atractivas. Son atractivas tanto por su re-valorización como por sus dividendos.
    En cuanto a las normales, pues bueno... saben esas que están ahí, suben bajan y acaban igual... e intentan atraer con el dividendo El Santander.
    Todas ellas suelen ser empresas con procesos que funcionan muy bien, muy ajustadas al negocio que las hizo crecer. Están llenas de directivos con mucha pasta en el banco y en la nomina, y posiblemente llenos de 'vicios ocultos'. Uno de ellos suele ser la de pedir deuda hasta niveles innecesarios sin prever que el tiempo y el futuro nos alcanza a todos pensando que el negocio será eterno.
  4. Industrias en declive. Antes o después vas para abajo. Aunque Coca-Cola a base de 20 azucarillos en cada bebida consiguió encontrar lo más parecido a la fuente de la eterna juventud.  La empresa de repente se encuentra con los dolores de muelas y la artritis. Y ¡vaya por dios! con un puñado de directivos que antes era vista como gente con talento ahora parecen unos inútiles que han endeudado la empresa de forma innecesaria. El declive suele ser muy chungo. O se reorientan o encuentran su posicionamiento entre lo que queda. Por el camino aparecen esos directivos especializados en empresas en crisis, es decir psicópatas que mandan todo a la mierda sin ningún escrúpulo.  Aquí siempre se mete lo de que ya tienen sindicatos. Pero podemos contar a los delegados como ejecutivos psicotpatas también. Mejor estar fuera antes de que llegue la defunción del mercado si se detecta un endeudamiento feroz y pocos visos de cambiar de industria. Vamos España actualmente ... (esto vale para todo :))

A fin de cuentas, una empresa es un ente complejo lleno de muchos factores y condicionado por el mercado. Su capacidad de adaptación en un medio Darwinista (y en el que vale todo, incluido ser el que mejor soborna- leasé los buenos años de OHL) determina su ciclo de vida. El gran pelotazo es invertir en empresas nuevas que identificados que pueden tener una madurez magnifica y tarden mucho en envejecer. Porque sólo esas crecen mucho y adecuadamente. Pero sinceramente... es difícil Nadie dijo que esto de la bolsa fuera fácil y seguro. Es más, es todo lo contrario.
Piensen por ustedes mismos.
Suerte.

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