En este año que acaba de terminar (el quinto desde que tomé la decisión de dedicarme por entero a los libros) el foco estuvo puesto en la ampliación de la casa, que con la llegada de Rocío y Matías nos quedó chica, la pobre. Falta mucho todavía, pero lo más engorroso ya fue transitado y el proyecto se va haciendo realidad.
Aun así, y yendo a lo que nos atañe en este blog, publicamos junto a Lucila Cardozo y Lucerito dos nuevos libros para bebés confeccionados en tela: Fuz y las formas y Croack y los números. Lo primero que me viene a la mente es la sonrisa de las personas cuando los ven, cuando los acarician, mientras mantengo la costumbre de ofrecerlos en las caminatas diarias por la ciudad.
Lanzamos además los títeres de Toba, Croack y Fuz, ampliando poco a poco, y casi sin darnos cuenta, la familia.
Por otra parte, visité un puñado de colegios primarios y secundarios, donde los chicos me preguntaron lo que tuvieron ganas, mechando estas charlas con la lectura de textos propios. La intención primera (siempre) es plantar una semillita, una inquietud, que algún día sabrá germinar aunque no podamos decir hacia dónde.
Asistí también a la Feria del Libro de Buenos Aires, invitado por el Instituto Cultural de la Provincia, y tuve la suerte de que me entrevistaran en varias radios locales y en la Feria del Juguete, nuevamente con Lucerito, que se llevó a cabo en Costa Salguero.
Como dije al principio, el foco estuvo en otro lado, pero no por eso íbamos a dejar que la tranquilidad reinara, ¿o sí?