Título original: Owl & the Sparrow
Director: Stephane Gauger
Guionista: Stephane Gauger
Intérpretes: Cat Ly
The Lu Le
Han Thi Pham
Trong Hai
Nguyen Hau
Teresa Michelle Lee
Hoang Long
Productores: Nan Doan Nhat
Van Quan Nguyen
Fotografía: Stephane Gauger
Música: Pete Nguyen
Montaje: Ricardo Javier
Ham Tran
Nacionalidad: Vietnam
Estados Unidos
Año: 2.007
Duración: 97 minutos
Edad: Todos los públicos
Género: Drama
Distribuidora: Baditri, S. L.
Estreno: 24-07-2.009
DVD Alquiler: 09-12-2.009
DVD Venta: 09-12-2.009
Página WEB: Ficha completa en IMDb
Web Oficial de la distribuidora en España
Tráiler de la película en YouTube
Calificación:
Crítica: 6,008 Espectadores: 14.192
Vizcaya: 6,396 Recaudación: 84.180,67 €
España: Puntos (Popularidad):
Rugoleor: Ratio de popularidad:
Sinopsis:
Una bella azafata buscando el amor. Un solitario guarda del zoo ocultándose de la sociedad gracias a su reino de animales. Una pequeña huérfana que vende rosas en la calle y que sobrevive gracias a la amabilidad de los extraños en el Saigón moderno. Aquí 8 millones de personas intentan soportar el ritmo de la vida, que no cesa. Thuy, de 10 años, vive en los suburbios de la ciudad y no tiene más opción que trabajar en una fábrica de bamboo. Ninguna otra opción hasta que decide escapar hacia la ciudad. Lan, azafata de vuelo, llega cada semana al aeropuerto de Ho Chi Minh y se dirige al mismo hotel cada vez. Las chicas del hotel se preguntan como una joven como ella puede estar sola. Lo que ella no confiesa es que tiene un affair con un piloto de la compañía. Hai, el guarda, vive tan sólo para sus animales hasta que su jefe le anuncia que su apreciado elefante será trasladado a un zoo indio... En 5 días, 3 extraños cruzarán sus caminos. Uno de ellos intentará cambiar el destino.
Aunque se crió en California, Stephane Gauger nació en la capital de Vietnam y ha querido rendirle homenaje en su debut como realizador, un film que cruza las trayectorias de tres personajes dispares: la niña huérfana que vende postales por la calle; una azafata en pleno desengaño amoroso y un guardia de zoo totalmente entregado al cuidado de sus animales, que también intenta superar su propia crisis sentimental, pues han trasladado al elefante, su animal favorito.
Crítica:
30.07.2009 – JOSU EGUREN
La vendedora de rosas
Cine asiático para espectadores occidentales dirigido por Stephane Gauger, un realizador debutante nacido en Vietnam y criado cinematográficamente en California. Se nota que en el regreso a las calles de su Saigón natal Gauger vuelve con las maletas llenas para cocinar un melodrama de corte clásico, salpimentado con el exotismo de la miseria. Sin perder nunca de vista la crítica a la explotación infantil, que tan buen rendimiento suele sacarle a los lacrimales de los espectadores más tiernos, Gauger traza un tridente de historias mínimas prematuramente condenadas a entenderse.
El hilo conductor del drama es Thuy, una vendedora de rosas huérfana que, huyendo de los arrabales de Saigón, se desplaza hasta el centro de la capital vietnamita para engrosar la nómina infantil de 'sin techos'. Ella es el pegamento que utiliza el director para unir dos corazones ajenos, dando pie a una emotiva historia de amor que apenas altera su rumbo fijo con los vaivenes dramáticos del trayecto. Acierta Gauger al no abusar de las notas más altas del 'pentagrama', pero se queda corto en el retrato de unos personajes que no responden con fidelidad al título original de la obra, “Owl & the Sparrow”. Los 'padres adoptivos' de Thuy, una frágil azafata aérea y un enigmático cuidador de animales, son para Gauger un gorrión herido y el búho que observa desde la distancia al extraño mundo que le rodea y, sin embargo, el guión no ahonda lo suficiente en esos perfiles, dejándose eclipsar por una mirada infantil que les roba el protagonismo en cada plano.
Gauger camina con desinterés por las calles de una urbe que ni siquiera llega a ocupar el puesto de una modesta actriz de reparto, descubriéndonos que su exiguo cuento moral podría haberse gestado en cualquier lugar de Occidente. Gauger filma con corrección, rozando al límite los estilemas del cine menos dependiente. Una película que, repasada la insulsa cartelera, es el brebaje más potable del verano.