Revista Sociedad

Cinco elementos: El quinto elemento

Por Hijosdeevayadan

Voy a confesar un secreto. Quienes hayáis leído las anteriores entradas de esta serie especial con motivo de la concesión del I Premio Merck al mejor blog de salud dedicadas a los cuatro elementos clásicos (agua, aire, tierra y fuego) es posible que os hayáis preguntado en algún momento el motivo del cinco elementos del título de las mismas. Y es que el porqué de la serie se encuentra en realidad explicado en esta última entrada, que se convierte así en origen y destino del conjunto.

Cinco elementos: El quinto elemento

El quinto elemento es el título de una película francoestadounidense de ciencia ficción, acción y comedia de 1997, dirigida por Luc Besson, director asimismo de otras cintas como El gran azul (1988), Nikita, dura de matar (1990), Juana de Arco (1999), Arthur y los Minimoys (2006), Arthur y la venganza de Maltazard (2009), Adele y el misterio de la Momia (2010) o Arthur y la guerra de los mundos (2011)). Fue elegida para la apertura del Festival de Cannes de 1997, fue nominada a los premios de la Academia de 1998 en el apartado de Mejor edición de sonido, ganó el BAFTA a los mejores efectos especiales, y 3 de las 7 nominaciones a los premios César, incluyendo el de mejor director. Además, y sin estar exenta de cierta polémica al ser acusada de plagio, se convirtió en un éxito de taquilla al recaudar 263 millones de dólares.

En un par de escenas (podéis leer el argumento en la misma entrada de la Wikipedia), hacia el final de la misma, Leeloo (Milla Jovovich), personaje que encarna ese quinto elemento, ser perfecto capaz de salvar a la humanidad al converger su poder con el de las cuatro piedras que representan a los cuatro elementos, comparte algunas reflexiones con Korben Dallas (Bruce Willis): Los humanos sois muy extraños (…); todo lo que creáis se usa para destruir y Protege la vida hasta la muerte (…), ¿para qué salvar la vida cuando ves lo que hacen con ella? Me hicieron para proteger, no para amar. De hecho, no es casualidad que la ilustración que ha acompañado esta serie se titula en realidad Cuatro elementos (aire, fuego, agua, tierra) en el símbolo solar.

Cinco elementos: El quinto elemento

Estas reflexiones sobre la tensión entre las injusticias del mundo (y su impacto sobre la salud, especialmente la infantil) y la esperanza de los ejemplos de lucha por superarlas, acompañadas de la simbología de los elementos clásicos han servido, pues, de hilo conductor para completar esta serie.

No puedo terminarla sin volver la mirada al cine como herramienta no sólo de entretenimiento, sino oportunidad para crecer y educar. Nadie mejor para ilustrar esta afirmación que Javier González de Dios, compañero de profesión y autor de la serie sobre cine y pediatría en Pediatría basada en pruebas, blog a cuatro manos compartido con Cristóbal Buñuel. Sirvan estas líneas como homenaje a la labor de estos padres y maestros blogueros, quienes además me han acompañado en el éxito al ser merecedores del áccesit al mejor blog de salud en este I Premio Merck. Os dejo con el vídeo elaborado por Javier con motivo de la presentación de su libro Cine y pediatría, recientemente presentado, que recoge un buen puñado de las entradas que semana a semana nos va dejando cargadas de emoción en el blog.

Cinco elementos: El quinto elemento

 


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