Playas de Jamaica
Una isla situada en el mar del Caribe, que destaca por sus zonas montañosas, frondosos bosques
tropicales, cataratas y saltos de agua además de largas playas que suavemente acariciadas por aguas azules y transparentes, invitan a largos paseos en las puestas de sol.
Esto es Jamaica, amalgama de culturas y razas, que ha tenido una historia un tanto tumultuosa, pero que ha sabido mantener vivo su espíritu de pueblo orgulloso y su arraigo a la madre naturaleza fuertemente influenciado por el movimiento Rastafari que surgió en los años 30 en Kingston.
Colonizada por Colón en s. XV sus habitantes (arawak) primero fueron exterminados por las enfermedades traídas desde Europa y la esclavitud para posteriormente ser lentamente sucedidos por esclavos africanos. Después de continuos ataques de piratas en el s. XVII la isla pasó a manos británicas, durante esos años además de base para ataques se convirtió en el mayor exportador de azúcar gracias a los esclavos africanos. La abolición de la esclavitud en el XIX supuso la llegada de trabajadores chinos y de Sudamérica. Finalmente y después de diversos episodios violentos, Jamaica consiguió su independencia de la Corona Británica en 1.962.
Preparados para saltar
Durante nuestro viaje por la isla, centrado en la zona sudoeste, tuvimos la oportunidad de conocer algunas de las muchas maravillas que disfrutan los jamaicanos. Pero si tuviera que quedarme con un top 5 de imprescindibles, serían los siguientes:
Jerk Chicken. Para mi la comida por excelencia de la isla y con la que más disfrutamos. Preparado casi en cualquier sitio, en la calle se cocina en improvisadas barbacoas hechas con la mitad de bidones de metal, como si fueran parrillas. La base, además del pollo, está en la salsa jerk picante, muy picante, hecha a base de pimiento picante local, guindilla, pimienta, ajos, cebolla, azúcar de caña, etc. Puedes comprarte la salsa ya preparada. Con este adobo se cubren todas las piezas de pollo, se tapa con papel de plástico y se deja marinar durante toda una noche en el frigorífico. Después se fríe en la parrilla y lo acompañas con arroz…exquisito!
Piscinas naturales. Si algo abunda en la isla son las cataratas, saltos de agua y piscinas naturales. Pozos de diferentes profundidades donde los jamaicanos se divierten saltando desde alturas considerables. Una vez te adentras en el interior de la isla, en los bosques aparecen estas “piscinas”. Si quieres saltar, puedes, pero primero asegúrate que la profundidad es suficiente, visualiza cómo vas a saltar y dónde vas a caer, relájate y salta de pie!
El máximo exponente se produce en el Ricks Café donde cada tarde al anochecer jóvenes jamaicanos saltan al mar desde las copas de los árboles en un acantilado…mientras algunos turistas intentan imitarlos burdamente saltando desde las rocas. No hay que descartar el efecto que produce la Red Stripe y la ganjah (omnipresente).
YS Falls
Las YS Falls son uno de los mayores tesoros naturales de Jamaica. Una impresionante serie cascadas de más de 30 metros, con piscinas naturales entre ellas y en las que puedes bañarte (debes indicarlo cuando saques la entrada), puedes incluso saltar desde un árbol en liana, o cruzarlas en tirolina. Desde la entrada el recorrido se hace en unos remolques tirados por tractores, que te dejan al comienzo de la ruta por las cascadas. En caso de que busques relajación puedes simplemente contemplar la fauna (hay una gran variedad de aves), pasear por los jardines y admirar frondosa vegetación.
Pelicans bar. Si buscas un lugar donde relajarte, no hacer nada más que escuchar el sonido del mar y de las aves, bañarte en aguas templadas y transparentes, beber cerveza y comer pescado, este es tu sitio! Se trata de un bar situado sobre un banco de arena. Originalmente fue levantado por un pescador para descansar después de su jornada con sus amigos. Pero pronto se convirtió en una poderosa atracción de la zona, en hábil estrategia de los hoteleros, así que cuando fue destruido por un huracán todos arrimaron el hombro para reconstruirlo. Para llegar y salir tienes que alquilar la barca de alguno de los pescadores por un módico precio.
Mike y familia
Guía local. No siempre hemos hecho uso de un guía local en el destino, pero en esta ocasión fue un acierto absoluto! Mike, con 28 años y padre de 7 hijos nos llevó en su furgoneta, en ocasiones más rápido de lo deseable, por aquellos rincones que seguramente no hubiéramos conocido por nuestra cuenta ni con las guías tradicionales. Mike nos presentó a su familia y pudimos disfrutar de excepcionales rincones y degustar auténtica comida jamaicana. Nos obsequió con dos bolsas de auténtico café jamaicano, y un par de CD de música local. Solo nos faltó apuntarnos a su fiesta, si no fuera porque nuestro vuelo salía a primera hora…la próxima ocasión “Ya Mon”!!
Nos quedarían muchas más curiosidades, localizaciones, tradiciones y paisajes por ver en esta isla, otro recorrido de una semana, un nuevo crucero por la costa y alguna que otra fiesta. Elegid bien la temporada para no coincidir con el “spring break” de los universitarios americanos, ni con las jornadas de calor asfixiante.
One love, respect!!