Con los tiempos que corren todos hemos sentido en nuestras propias carnes o en la de amigos o familiares lo difícil que es ahora mismo poder conseguir algo tan básico como una vivienda digna. 5 metros cuadrados parte de este problema de gran relevancia social añadiéndole una situación de clara estafa urbanística para mostrar cierta reivindicación, pero, sobre todo, para conseguir conmover al público.
El punto fuerte de la película es el realismo de algunos de sus personajes. Fernando Tejero y Malena Alterio saben ponerse en la piel de una pareja normal a la que roban su sueño de vivir en un pisito a las afueras de la ciudad. Nadie intenta vendernos que son unos valientes líderes de la reivindicación de los derechos humanos, la verdad es que ni siquiera son unos lumbreras, precisamente, son tan sólo unas víctimas que se sienten impotentes ante lo sucedido, lo que los hace mucho más de carne y hueso. De hecho, Tejero consigue quitarse la etiqueta de actor cómico para demostrarnos que es capaz de ser sorprendentemente convincente en papeles dramáticos. Es más, será en los momentos de mayor tensión emocional cuando el actor nos mostrará su mejor faceta.
Pero la historia en general y los protagonistas sí que son capaces de transmitir esa sensación de desesperación silenciosa que impregna todo el film, ésa impotencia de los oprimidos ante los poderosos. El talón de Aquiles de la película es, quizás, su final, que no está en sintonía con el resto de la historia.
En definitiva, 5 metros cuadrados es capaz de abordar con buenos resultados un tema complejo y que preocupa a gran parte de la población.
No es de extrañar, pues, que triunfara en el Festival de cine de Málaga.
Por cierto ... suerte para todas !!
Buen fin de semana.