Cinco Puntos Claves para Convertir la Ducha o Baño en un Momento de Cuidado de la Piel

     Muchas de nosotras damos quizás más importancia a la hidratante, aceite u otro cuidado para hidratar la piel corporal tras la ducha, sin tener en cuenta que el gel que utilicemos durante la higiene corporal también es un factor a tener muy en cuenta a la hora de cuidar nuestra piel, ya que en muchas ocasiones sin darnos cuenta dañamos y deshidratamos la piel durante la ducha o baño bien por usar el gel inadecuado, por la forma en que lo aplicamos o incluso por la temperatura del agua. Precisamente, es el momento del baño, el ideal para cuidar nuestra piel y sublimar su belleza.
     En este post, quiero mostraros cinco puntos claves que Nuria Floriach, responsable del departamento I + D de AC Marca Personal Care, nos recomienda para que el momento de higiene corporal sea un momento de cuidado para la piel, cinco puntos que jamás debemos olvidar: la frecuencia de baño o ducha, el momento del baño, la selección del gel a utilizar, la aplicación del mismo y después del baño.

     1- La frecuencia del baño o ducha no debe ser superior a dos veces al día, no superando en cada caso los 10 minutos de duración, de lo contrario podemos poner en riesgo la integridad del manto lipídico natural de la piel, motivo por el cual las pieles secas y sensibles deben reducir la cantidad de duchas o baños. Y algo muy importante y que no quiero dejar pasar en este primer punto, es la temperatura del agua, que aunque es cierto que el agua caliente relaja los músculos y el agua fría activa la circulación, lo idóneo es que ésta esté entre 25º-30º para evitar resecar la piel.

     2- El momento ideal del baño es la mañana, ya que de esta forma activamos nuestro organismo, es el mejor momento para despertarse y comenzar el día con más energía. Eso si, si lo que buscas es un momento de relajación, lo mejor es un baño reparador por la tarde-noche que nos ayude a relajarnos y descansar mejor.

     3- Selección del gel que vamos a utilizar, quizás uno de los puntos más importantes de la ducha o baño y al que habitualmente no hacemos mucho caso. ¿Sabíais que el uso continuado de los geles de baños no adecuados puede provocar daños en la piel a largo plazo? Si no elegimos el gel adecuado para nuestro tipo de piel, podemos sufrir en un futuro de piel atópica, seca e incluso con eccemas. Al igual que elegimos las cremas hidratantes y de tratamiento para que den respuesta a nuestro tipo de piel, también tenemos que elegir el gel dependiendo de como sea nuestra piel:
     - Para pieles secas, lo ideal es un gel reparador y extrahidratante.
     - Para las pieles sensibles, buscaremos un gel libre de sulfatos y si contiene ingredientes 100% naturales, mejor que mejor.
     - Si tu piel es normal y quieres un gel que te aporte una experiencia sensorial, también existen en el mercado geles de texturas diferentes y fragancias que te envuelven, haciendo que el momento de la ducha sea un momento de auténtico placer.

     4- ¿Cómo aplicamos el gel? A la hora de la higiene, basta con una cantidad equivalente a 2 cucharadas de gel, aproximadamente 30ml, para limpiar nuestra piel. Si tienes la piel sensible, las esponjas naturales son la mejor opción, pero si tienes la piel grasa o normal, te recomiendo una manopla exfoliante o un guante de crin. Por supuesto, si no eres amigo de las esponjas, también puedes aplicarlo con las manos, eso sí, siempre y en cualquiera de los casos, sin friccionar la piel.

     5- Después del baño, seca la piel suavemente y procede a aplicar la crema hidratante. Un paso imprescindible para todos los tipos de pieles, incluso para las pieles mixtas o grasas, ya que éstas también necesitan ser hidratadas.
     Y vosotras, ¿Tenéis en cuenta vuestro tipo de piel a la hora de elegir el gel de ducha o baño?
Cinco puntos claves que Nuria Floriach, responsable del departamento I + D de AC Marca Personal Care, nos recomienda para que el momento de higiene corporal sea un auténtico momento de cuidado para la piel.
By Raqueleita