Utilizar los 'stop loss', no dejarse llevar por el pánico vendedor, estar pendientes de las noticias, confiar en el 'escudo protector' del FROB y pensar que caso de llegarse a una OPA de exclusión el precio sería más alto que el actual son las recomendaciones de los expertos para evitar males mayores.
Los títulos del Banco de Valencia (BVA) volverán a marcar precio en bolsa hoy después de que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) suspendiera su cotización minutos antes de las cuatro de la tarde del pasado lunes. Hasta ese momento las acciones del BVA se intercambiaban a 0,74 euros, un 3,27% por debajo del cierre de la jornada anterior.
Sin embargo, el banco intervenido por el Banco de España se va a encontrar con un mercado todavía más bajista, dado que el Ibex 35 ha perdido desde el mismo instante de la suspensión del BVA un 4,5%, dado que ha pasado de los 8.100 puntos a despedir la jornada de ayer en los 7.739 puntos, el segundo mínimo anual del año después de los 7.640 puntos que marcó el pasado 12 de septiembre.
Echar mano de los 'stop loss' -limitador de pérdidas-, no dejarse llevar por el pánico vendedor propio del mercado actual, estar pendiente de las noticias que lleguen, tener claro que la entrada del FROB es una especie de 'escudo protector' para la entidad y pensar que en caso de llegar a una OPA de exclusión el precio a pagar será más elevado que el que marque en su reapertura bursátil son los cinco consejos que han ofrecido varios expertos consultados por este diario para los accionistas del Banco de Valencia.
La volatilidad que se vive en la bolsa española derivará en una 'reentré' todavía más agitada del banco de Pintor Sorolla en el parqué, por lo que nada mejor que recurrir a las órdenes de venta condicionadas a una caída de las acciones, lo que permite frenar rápidamente los descensos sin tener que estar consultando en cada momento la cotización. Son los llamados 'stop loss' o limitadores de pérdidas, que permiten operar con una mayor tranquilidad en el mercado.
El pánico vendedor es algo innato a las bolsas y todavía más en la actual situación de desconfianza. Sin embargo, hay que tratar de abstraerse de los apocalípticos o agoreros de turno, dado que muchos de ellos tienen grandes intereses en tumbar todavía más la cotización del BVA por aquello de haberse puesto previamente corto o bajista sobre el valor. Conviene recordar que la CNMV mantiene la prohibición de incrementar estas posiciones sobre el sector bancario/asegurador español desde el pasado 12 de agosto y todo apunta a que se mantenga durante unos meses más.
UNA CAÍDA EN VERTICAL
No perder de vista las noticias que vayan apareciendo sobre el Banco de Valencia desde organismos oficiales como la CNMV, Banco de España o el propio FROB es fundamental para ir calibrando hasta qué punto la penalización del mercado en estos últimos meses ha tenido cierto sentido. "Al mercado no se le puede engañar y tarde o temprano tenía que salir a la luz los presuntos desmanes cometidos en el BVA. No tenía sentido una caída en picado sin motivo aparente alguno", advierten desde una gestora de fondos.
Precisamente la entrada del FROB es un síntoma de tranquilidad para la operativa diaria del banco y, por extensión, para aportar a priori mayor tranquilidad sobre la cotización del valor en bolsa.
A decir de los expertos consultados, si la situación no fuera tan bajista como la actual la intervención del Banco de España y la inyección de dinero público debería insuflar aire fresco a la cotización, pero la coyuntura es la que es. Pero lo cierto es que la estabilidad del banco tras la intervención es un hecho para garantizar el día a día y los ahorros de los depositantes de la entidad.
Por último, no sería descartable una OPA de exclusión del valor, dado que el posible comprador del Banco de Valencia bien pudiera llevarlo a cabo. Aún así el precio a pagar sería superior al que marca actualmente, puesto que se tienen en cuenta varios criterio y, entre ellos, la cotización media de los títulos durante el semestre inmediatamente anterior al del acuerdo de solicitud de exclusión, cualquiera que sea el número de sesiones en que se hubieran negociado. Llegado este momento, el organismo supervisor analiza con lupa el precio ofrecido y los inversores no tendrán más remedio que acudir a ella sea cual sea el precio al que compraron las acciones.
Fuente: Valenciaplaza