El CIO al que sólo le falta la capa de Superman
Una y otra vez cuando por razones profesionales tengo reuniones con CIOs me encuentro con una serie de problemas, que más que como tales deberían considerarse retos, se pueden resumir en cinco:
UNO: La estrategia de las empresas tiende cambiar cada vez más rápido, TI debe salir de su aislamiento para entender la estrategia, sus implicaciones y proporcionar el necesario soporte para la ejecución de la misma.
Cada vez está más claro que el CIO que se encierra en su CPD es carne de outsourcing si no ha visto ya buena parte de su departamento fagocitado además tiene que entender la estrategia de la empresa y colaborar activamente en la misma (veremos porqué en el siguiente punto) para así mantener (o incrementar) su rol en el equilibrio de poder en la empresa.
Lo cierto es que TI no ha venido respondiendo a las necesidades "del negocio" porque no ha querido o no le han dejado entenderlas y mucho menos participar en el diseño de la estrategia de la empresa, la cuestión es que o espabila o simplemente serán los otros departamentos los que asuman parte de sus roles tradicionales a través de terceros (outsourcing).
Otros aspectos a considerar dentro de este reto serían:
- En las grandes corporaciones las constantes fusiones y adquisiciones han supuesto la integración de empresas muy distintas (con tecnologías muy distintas).
- El Comercio Electrónico ha llegado para quedarse.
- Los usuarios cada vez son más expertos en TI, se han vuelto más exigentes y cuando no consiguen lo que quieren internamente lo buscan fuera y sus jefes tienden a permitir que eso ocurra cada vez más.
- El Departamento de TI ya no sólo tiene que dar servicio internamente a la organización, sino que cada vez es más normal que tenga que hacerlo también de cara a proveedores y clientes.
¿Cómo sabes si eres un CIO?
DOS: La tecnología es cada vez más un factor competitivo clave para el éxito de la empresa y su modelo de negocio, se hace difícil pensar en innovación en las empresas sin tener en consideración a las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).Cuando yo empece a trabajar, hace ya mucho mucho tiempo en una galaxia muy lejana, el mantener el "core" del TI era tan caro y técnicamente difícil que era una manera de diferenciarse, tres elementos lo constituían:
- Almacenamiento de Datos
- Procesamiento de Datos
- Transmisión de Datos
En este contexto podemos apreciar la creciente importancia de las tecnologías asociadas a la toma de decisiones que se pueden calificar de "inteligencia" o "analítica" frente a aquellas con un carácter meramente transaccional (como el ERP o el CRM) que han sido fundamentales en las últimas décadas y que si bien siguen siendo imprescindibles ya no son suficientes por si solas.
Pero no sólo de la analítica vive el TI actual, también son esenciales elementos como la tecnología móvil o el cloud computing, esto y el hype del archiconocido Big Data.
TRES: TI está involucrado en prácticamente todo lo que sucede en la empresa, proporciona servicios e interactúa con todos los departamentos de la misma, esto supone una gran carga de trabajo y de exigencias que muchas veces no responden a una estrategia coherente cuando no son simplemente incompatibles entre si.
No hay ningún otro área de la empresa actual que asuma más presiones que TI y con mayor nivel de exigencia asumiendo exigencias (y expectativas) de lo más heterogéneo al tiempo que busca mantener una arquitectura de sistemas y una gobernanza razonables.
CUATRO: Conforme la rapidez del cambio en el entorno se acelera la respuesta de la empresa supone a su vez cambios en la arquitectura de los sistemas informáticos en la empresa, todo tiene consecuencias en términos de gobernanza del TI que se suelen materializar en costes cada vez mayores y arquitecturas inmanejables.
Lo que está pasando es que cada vez hay más problemas de duplicación de funciones, gastos excesivos, inversiones poco o nada rentables en TI que además acaban en fenómenos de inconsistencia de los datos, retrasos en la información que se proporciona a la organización, etc... las razones de todo esto son, entre otras, las siguientes:
- Las aplicaciones "legacy"son sustituidas por otras en forma de paquetes que suelen actuar solapadamente con otros sistemas ya existentes.
Dilbert de nuevo tira con bala
- Áreas completas de muchas organizaciones (por ejemplo filiales) operan de un modo no coordinado y autónomo con el resto de las mismas.
- Conforme mayor sean las diferencias tecnológicas entre las distintas soluciones que se usan en una organización más riesgo de que se solapen funcionalidades, obviamente una aplicación mucho más moderna que otra tiene a ser capaz de cubrir muchas más necesidades.
- Todo lo anterior nos lleva al difícil dilema de decidir qué información maneja y qué función desempeñan las distintas aplicaciones empresariales, por ejemplo si la empresa tiene una solución de gestión de la atención al cliente con 15 años de antigüedad al tiempo que acaba de adquirir un nuevo ERP que dispone de un potente módulo de CRM.
CINCO: El Departamento de TI ya no es únicamente un proveedor interno de servicios, hardware y software, ante la llegada de la mencionada Tercera Plataforma ha de convertirse en una especie de consultor - broker que orqueste la relación de los usuarios en su empresa con eso que hemos dado en llamar "la nube", o, si se prefiere, el "cloud computing".
Se ha hecho evidente que el cloud computing, la SOA o el outsourcing han supuesto la proliferación de servicios que pueden ser producidos y consumidos en cualquier lugar, esto ha resultado muy atractivo para las organizaciones pero ha añadido más quebraderos de cabeza al TI, en especial en las grandes empresas y la Administración Pública, que ha de replantearse su papel.
Dicho papel tiene un doble ámbito:
- Conocer las necesidades de la organización y los usuarios para proponerles los mejores soluciones posibles que pueden proporcionar terceros distintos del propio TI interno.
- Controlar las relaciones con esos terceros proveedores asegurándose unos mínimos de calidad del servicio y racionalizando las compras.
En todo caso no ha sido mi intención proporcionar una lista exhaustiva de todos los retos de los CIO pero tengo bastante claro que, en esencia, he cubierto buena parte de lo que va a definir el devenir de su actividad profesional en los próximos años.