La llegada de la primavera levanta el estado de ánimo y fomenta los planes en las calles de Madrid.
Este mes de mayo viene cargado de diferentes propuestas para elegir, con el objetivo de crear experiencias y descubrir la capital, desde otro punto de vista, menos convencional.
Disfrutar de un concierto en la pradera de San Isidro, visitar la exposición de Picasso, probar lo último en gastronomía en Somos, descubrir los Jardines de Anglona y caer rendido en la cama del hotel Barceló Torre de Madrid con Gran Vía a tus pies, son algunas de las experiencias que nos ofrece una ciudad única en sus fiestas más populares, antes de la entrada del verano.
1. San isidro, los conciertos gratuitos y la pradera:
Chotis, pasacalles y pasodobles llenarán el lugar más castizo y emblemático de las fiestas, la Pradera de San Isidro. Una fiesta que vendrá acompañada del popular reparto del cocido madrileño mientras se disfruta de diferentes actividades al aire libre.
Al atardecer, la música y la fiesta se extenderán hasta bien entrada la noche con actuaciones de orquestas de baile a primera hora, seguidas de conciertos de artistas relevantes de diferentes escenas y géneros musicales, entre los que figuran: Hammond York, Kiko Veneno y Corizonas.
2. Exposición de Picasso:
Un plan, sin duda, imprescindible en este mes es visitar la excepcional exposición de Picasso y el Guernica en el museo Reina Sofía con el que se conmemoran los 80 años de su realización. Junto con esta obra icónica del mundo del arte con la denominación "Piedad y terror en Picasso, el camino a Guernica" se presentan casi 180 obras de este genial artista malagueño. Estas pinturas proceden de hasta 30 instituciones mundiales y colecciones privadas, entre las que destacan el museo Picasso y el Centro Pompidou de París, o los museos MoMA y Metropolitan de Nueva York.
3. Comer en Somos:
La gastronomía madrileña menos convencional se ha hecho hueco dentro del hotel más vanguardista de la capital, el Barceló Torre de Madrid 5*. Ubicado en la que será la próxima pradera metropolitana: la Plaza de España se convierte en el rincón perfecto donde disfrutar de las vistas de la ciudad y una gastronomía diferente con platos de inspiración mediterránea en los que cohabita tradición y vanguardia salpimentada de gastronomía internacional como la cocina nikkei, francesa o escandinava.
4. Descubrir los jardines de Anglona:
Encerrado por altas tapias y situado en la parte baja de la plaza de la Paja se encuentra un jardín secreto propiedad de un noble del siglo XVIII. Un lugar privilegiado para los poderosos residentes que habitaban el palacio, pero que ahora se ha convertido en una joya para todos los madrileños.
Es un lugar muy desconocido porque aparece encerrado por altas tapias y situado en la parte baja de la plaza de la Paja, abriéndose como mirador a la calle de Segovia. Constituye un sorprendente remanso de paz en el apretado y denso conjunto urbano del Madrid antiguo. En su interior podemos encontrar bancos en los que sentarnos a disfrutar de la paz del lugar.
Este pequeño y mimado espacio verde fue un lujo de los poderosos residentes del palacio y ahora es una joya de Madrid. Se creó hacia el 1750 y es uno de los pocos jardines nobiliarios del XVIII que se conservan. Su diseño, tal y como lo conocemos hoy, fue obra de Javier de Winthuysen en 1920, pintor y diseñador de importantes jardines en toda España como los de la Moncloa, en Madrid, o el Palmeral de Elche. La última restauración es de 2002 y es obra de la paisajista Lucía Serredi.
5. Dormir con vistas a la gran vía en el hotel:
Una habitación. Un diseño. Unas vistas inigualables. Cada detalle ha sido diseñado a medida, sacando el máximo partido de unas vistas inéditas sobre la calle Princesa, Gran Vía y el Palacio Real. La guinda la colocan en el cielo de Madrid la Suite Princesa y la Suite Real, con dos terrazas privadas de 79 y 150m2: azoteas "it" para viajeros privilegiados.