Revista Cultura y Ocio
Cinco ventajas de los audiolibros frente al libro físico o el ebook
Publicado el 14 septiembre 2016 por Vivelibro @infoviveLibro
¿Por qué escuchar un audiolibro cuando podemos ver una película? La respuesta es fácil, no podemos estar todo el día viendo películas, pero en cambio, los audiolibros nos permiten hacer diferentes tareas al mismo tiempo. Sin hablar, claro está, de la utilidad de este tipo de libros para las personas ciegas. Que muchos de ellos no solo son grandes oyentes de estas obras, sino que, además, son grandes escritores y aquí han encontrado un mercado muy importante a explotar.
A continuación, te contamos cinco consejos que quizás te ayuden a mantener la concentración mientras escuchas un audiolibro.
1. Escúchalos en el transporte público o en el coche: todos los días pasamos una parte de nuestro tiempo viajando, ya sea al trabajo, la universidad, recogiendo a los niños del colegio... Este es un buen momento para poner música o la radio, pero, ¿Por qué no poner un audiolibro? Quizás nos ayude a evadirnos y nos hará el viaje mucho más ameno.
2. Rebobinar el audio: concentrase en lo que escuchamos puede llegar a ser difícil en determinadas situaciones. Es probable que puedas perderte, pero por ello ni te rindas ni te frustres. Dale marcha atrás al audio y vuelve a empezar desde donde hayas desconectado.
3. Asimilar la información no es perderse: en ocasiones puedes tener la sensación de estar perdido, pero no siempre es así, cuando escuchamos una gran cantidad de información o una información compleja nuestra mente necesita tiempo para interiorizarla y comprenderla. Esto no quiere decir que te hayas perdido, puede ser que solo necesitas volver a escuchar esa parte o darte unos minutos antes de continuar.
4. Haz tareas que no requieran atención auditiva: si quieres hacer tareas al mismo tiempo que escuchas tu audiolibro, lo mejor es que estas labores no requieran de tu atención auditiva. Porque de lo contrario, lo más probable es que no hagas ninguna de las dos bien. En ese caso, deja el libro y retómalo en otro momento.
5. No pienses en concéntrate mientras escuchas el libro: si solo estás pensando en que quieres concéntrate quizás estás haciendo más trabajo del necesario. Debes dejar que tu cabeza absorba lo que escucha y no trabajar de más. Es similar a cuando hablas con una persona. Tu no estas todo el tiempo prestándole toda tu atención, pero, en cambio, escuchas todo lo que dice. Solo intenta relajarte y pronto te darás cuenta que tu cabeza estará absorbiendo toda la información sin que hayas pensando ello.
Como comentábamos al principio los audiolibros son idóneos para las personas ciegas y algunos de nuestros títulos han sido adaptados por la ONCE a este formato para que todos sus miembros puedan disfrutar también de la literatura. Desde nuestra editorial contamos con obras escritas por personas ciegas como Esa tal Dulcinea o Está usted despedido, dos de los libros de nuestro autor Manuel Enríquez. Manuel, el chico del alba de Juan Méndez Aspano, una de nuestras últimas novedades o Comunicar discapacidad en la red cuyo co-autor es Mariano Fresnillo.
A continuación, te contamos cinco consejos que quizás te ayuden a mantener la concentración mientras escuchas un audiolibro.
1. Escúchalos en el transporte público o en el coche: todos los días pasamos una parte de nuestro tiempo viajando, ya sea al trabajo, la universidad, recogiendo a los niños del colegio... Este es un buen momento para poner música o la radio, pero, ¿Por qué no poner un audiolibro? Quizás nos ayude a evadirnos y nos hará el viaje mucho más ameno.
2. Rebobinar el audio: concentrase en lo que escuchamos puede llegar a ser difícil en determinadas situaciones. Es probable que puedas perderte, pero por ello ni te rindas ni te frustres. Dale marcha atrás al audio y vuelve a empezar desde donde hayas desconectado.
3. Asimilar la información no es perderse: en ocasiones puedes tener la sensación de estar perdido, pero no siempre es así, cuando escuchamos una gran cantidad de información o una información compleja nuestra mente necesita tiempo para interiorizarla y comprenderla. Esto no quiere decir que te hayas perdido, puede ser que solo necesitas volver a escuchar esa parte o darte unos minutos antes de continuar.
4. Haz tareas que no requieran atención auditiva: si quieres hacer tareas al mismo tiempo que escuchas tu audiolibro, lo mejor es que estas labores no requieran de tu atención auditiva. Porque de lo contrario, lo más probable es que no hagas ninguna de las dos bien. En ese caso, deja el libro y retómalo en otro momento.
5. No pienses en concéntrate mientras escuchas el libro: si solo estás pensando en que quieres concéntrate quizás estás haciendo más trabajo del necesario. Debes dejar que tu cabeza absorba lo que escucha y no trabajar de más. Es similar a cuando hablas con una persona. Tu no estas todo el tiempo prestándole toda tu atención, pero, en cambio, escuchas todo lo que dice. Solo intenta relajarte y pronto te darás cuenta que tu cabeza estará absorbiendo toda la información sin que hayas pensando ello.
Como comentábamos al principio los audiolibros son idóneos para las personas ciegas y algunos de nuestros títulos han sido adaptados por la ONCE a este formato para que todos sus miembros puedan disfrutar también de la literatura. Desde nuestra editorial contamos con obras escritas por personas ciegas como Esa tal Dulcinea o Está usted despedido, dos de los libros de nuestro autor Manuel Enríquez. Manuel, el chico del alba de Juan Méndez Aspano, una de nuestras últimas novedades o Comunicar discapacidad en la red cuyo co-autor es Mariano Fresnillo.
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