Hace unos años cuando decía que era lectora de erótica la gente me miraba como un bicho raro, una rara avis más, en sus miradas escandalizadas podía fácilmente leer: pero será posible esta niña no solo habla con naturalidad de un tema tabú, sino que encima le gusta leerlo, menuda desfachatez. Esos ojos como platos me convencieron de que mejor me guardaba para mí esos gustos literarios y me evitaría el ver todos los colores del arco iris en las caras de mis amigas y miradas torvas en las de ellos…Después no es que el gusto desapareciera si no que deje la capital para volver a mi pueblo, es lo que tiene terminar los estudios universitarios, la biblioteca allí no está nada surtida, así que encontrar erótica era y sigue siendo poco menos que imposible, comprarla sin saber muy bien que encontrar tampoco entraba en mis planes así que el género se fue enfriando y yo derivando hacia otras lecturas…Con el tiempo encontré erotismo, o lecturas subidas de tono en algunas novelas románticas, pero seamos sincer@s el azúcar me empalaga tanto que a huyo de la este tipo de libros, salvo los de regencia y en algunas autoras contadísimas. Por eso cuando me ofrecieron Cincuenta sombras de Grey con toda la polémica que le rodeaba y ese apelativo de porno para mamás que no me gustó nada, no me pude resistir, quería volver a sumergirme en el género.La autoraTras las siglas E. L. se esconde Erika Leonard. E.L. James, ha desempeñado varios cargos ejecutivos en televisión. Está casada, tiene dos hijos y vive en Londres. De niña, soñaba con escribir historias que cautivaran a los lectores, pero postergó sus sueños para dedicarse a la familia y a su carrera. Finalmente reunió el coraje para escribir su primera novela, Cincuenta sombras de Grey. Es también la autora de Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas.Con motivo del fenómeno editorial que ha supuesto la trilogía Cincuenta sombras, con gran repercusión en los medios y que ya ha vendido millones de ejemplares, la revista Time la ha nombrado una de las cien personas más influyentes del año. Los derechos de traducción se han vendido a cuarenta países, y Universal Pictures y Focus Features han comprado los derechos cinematográficos. Y yo estoy deseando saber que autor encarnará a Christian Grey, porque todos aquellos que a mi me encajan en el papel son demasiado maduritos para ello… Curiosa que es una.
Antecedentes del Fenómeno.
Cincuenta sombras de Grey nace como un fanfic de la saga Crepúsculo de la que la autora es fan, por lo visto y dado que yo no soporto a los vampiros y esa saga la he obviado hay un paralelismo más que evidente entre los personajes, aunque la mayoría de los lectores de ambas novelas resaltan que es más visible entre los personajes femeninos que entre los masculinos. Mis conocimientos de Crepusculo se limitan al visionado de la adaptación cinematográfica de la primera novela y el resultado fue tan catastrófico que se me quitaron las ganas de sumergirme en la lectura del libro. Por desconocimiento de la saga en la que se inspira poco más puedo añadir en este apartado.
¿Porno para mamás?
Imagino la revolución que debió causar un libro como este en Reino Unido, la moral victoriana se debió sentir atacada, ultrajada y machacada, supongo que de ahí todas las tonterías que han acompañado al marketing de esta novela y que sólo pretendían evitar su lectura a mi juicio. Sin embargo creo que no contaban con el poder del morbo, y sobre todo con la curiosidad que inspira que algo sea tan denostado.A mi parecer no es para tanto, hay escenas de voltaje intermedio, nada que no se pueda encontrar en otros libros camuflado dentro de una novela romántica. Y entonces que es lo que ¿escandaliza? Pues puede que la respuesta se encuentre en ese lenguaje directo, sin pelos en la lengua, que llama a las cosas por su nombre y sin florituras. Y que es una novela que para bien o para mal te atrapa entre sus páginas, aunque no sea una novela digna de un nobel literario.
Dicho esto me meto con el argumento de la novela, que no creo que sea original en sí, porque podemos encontrar ejemplo de ello en la literatura, incluso en la más clásica y no será porque en el libro no aparecen algunas referencias, que seguro que por curiosidad leo.
Argumento
Ana es una chica inocente, quizás demasiado, a sus veintipocos años no se le conoce novio, ni relación alguna, los libros son su pasión y su único romance. La situación cambia cuando a una semana de graduarse su amiga Kate cae enferma y le endosa una entrevista a un multimillonario. Ana consiente a regañadientes, no hay quien le dé una negativa a Kate, sin embargo se da cuenta de que poco o nada sabe del personaje al que va a entrevistar y aunque las preguntas se las ha elaborado Kate, conforme se acerca el momento menos convencida está.La entrevista la deja tocada, primero no esperaba una persona tan joven, las preguntas de Kate estaban llenas de trampas, y por si fuera poco se siente atraída por él y no puede sacárselo de la cabeza. El propio señor Grey no entiende muy bien cómo se siente atraído por una joven patosa que no sabe explotar su atractivo y que hace unas preguntas como mínimo tontas. Sin embargo ambos se quedan atrapados como moscas en un pastel.Comienza aquí un juego de acoso y casualidades que llevan a Ana a conocer los planes que tiene el señor Grey para ella, a estas alturas el deseo ha ido creciendo entre ambos y lo que descubre Ana de sus gustos sexuales le horroriza pero al mismo tiempo le mantiene a su lado. No quiere perderlo de ningún modo.Y hasta aquí me permito contar, he visto reseñas que han destripado prácticamente todo el argumento, y la verdad es que si pretendes leerla le quita parte del atractivo.
Mis impresiones…La novela no es una obra maestra, ni creo que la autora tuviera en mente que lo fuera, he leído por alguna parte que en esta novela vertió su crisis de mediana edad, así que sería un poco como confesar esas fantasías que no te atraves a plantear a tus amigos. La historia gira en torno a BDSM (Bondage, Dominación, Sumisión, Masoquismo) y creo que por ahí es por donde se ha escandalizado mucha gente, y sin embargo lo que la autora desarrolla es muy light, quizás por ella misma desconoce este mundo, y lo poco que sepa sea por documentación. Y me baso en decir que es muy light, porque Christian pone en los límites infranqueables lo más oscuro y duro de este mundo, prácticas sexuales que a muchos excitan y que sin embargo no pertenecen al Universo del Amo y el Sumiso.Precisamente la relación Amo, sumiso es lo que menos he entendido, y es que mi carácter rebelde no me permitiría ser una sumisa, creo que yo también andaría provocando a todas horas como Anastasia y es que cuesta comprender como siendo al principio tan inocente puede plegarse después a muchas de las exigencias que él le impone, y al mismo tiempo sentir placer con ello. A esta novela la han tachado de machista sin tener en cuenta que el rol que nos cuenta puede encuadrarse en este digamos enunciado, pero que Christian comienza siendo un sumiso, y su Amo era una mujer, por lo tanto cada uno puede escoger su rol… ¿o no?Como he comentado más arriba las escenas no me han parecido para tanto, no lo considero porno para mamas, sobre todo porque para encuadrarlo dentro del porno me tendría que haber encontrado con un lenguaje soez que degradara el sexo, y siendo sincera la novela no tiene mucha calidad literaria, pero el tema del sexo lo trata con elegancia y sobre todo no inventa ni reinventa nada, hay muchas mujeres que tienen una pluma exquisita y que llaman a las cosas por su nombre.Entonces donde radica el acierto para mi de esta novela, que la hace tan atrapante, cual es el fenómeno lector que se esconde detrás de ella… Pues una ingente campaña de marketing, no conozco la de otros países pero la española ha sido genial, una campaña muy bien presentada, elegante, descubriendo las portadas de las tres novelas, una campaña que ha llegado a todos los rincones.
caja promocional
Pero evidente no solo es fruto del marketing si no la trilogía no se hubiera vendido como churros, su principal reclamo es el personaje de Christian Grey, y es que el multimillonario no es solo rico, guapísimo, inteligente… no que va, en su interior esconde un montón de sombras, una infancia terrible y unos gustos sexuales un poco estrafalarios. Y sobre todo tiene una gran avidez por causar dolor y no solo como medio de placer si no por necesidad. Llegados a este punto la intriga que este personaje le da a la novela es impresionante, las páginas vuelan intentando encontrar el porqué de su forma de actuar, y si Anastasia será capaz de cambiarla.Como contrapunto a este personaje tan atractivo y bien perfilado encontramos a Anastasia, creo que no ha sabido perfilarlo bien, nos encontramos ante una muchacha apocada, tímida que no es capaz de mantener ninguna relación amorosa, no ha llegado su príncipe azul y sin embargo cuando Christian le muestra los rudimentos del sexo con él se vuelve atrevida incluso descarada un cambio a mi parecer demasiado brusco. Es capaz de sonrojarse por cualquier cuestión y al mismo tiempo desear conocer los entresijos de este mundo tan oscuro para ella. De este personaje me descolocó al principio que se plasmaran tanto sus pensamientos que iban por un lado como lo que realmente decía en los diálogos, luego me gustó e incluso me di cuenta de que esa dualidad la padecemos casi todas las mujeres y supongo que también hombres pero eso me lo tendrían que confirmar.Si Christian introduce el punto de intriga, Ana nos muestra la vena humorística de la autora, y es que nuestra protagonista se desdobla o triplica, oye a su subconsciente que hace su función, minándole la autoestima y tiene a su diosa, a esa que baila con pompones, hace volteretas mortales y que aplaude todas las locuras sexuales que se le proponen, sin embargo si en un principio esto podría haber resultado gracioso, al final se convierte en algo repetitivo y termina por cansar un poco.Y son precisamente las repeticiones una constante en esta novela, la autora no utiliza prácticamente sinónimos, y tiende a repetir hasta la saciedad términos, adjetivos, ideas y si algo cree que funciona como lo de la diosa lo utiliza hasta el infinito, igual que las referencias al contrato que Grey le propone a Ana. Si nos atenemos a este punto flojo la novela bien se hubiera podido evitar unas doscientas páginas sin perder por ello nada de morbo, ni de picantez.Pero volviendo a los personajes, encuentro que la autora ha desaprovechado a algunos de ellos, por ejemplo a la mandona Kate, y su relación con Elliot, en contraposición con la que mantienen Ana y Christian. Si hay un personaje que ha llamado mi atención y sobre el que no sé nada es Taylor, me gustaría que lo desarrollará en nuevas entregas… Pero mis deseos dudo de que se vean un poco tenidos en cuenta porque imagino que se centrará de nuevo en ambos protagonistas.El estilo de la autora, es ágil, ameno, directo, con un lenguaje elegante pero sin florituras, con voluntad de sorprender y supongo que lo habrá conseguido, sobre todo porque en algunos países ha sido censurado y en otros se ha devorado la trilogía en poco tiempo. Es una lectura que ofrece una dosis de sexo, otra de intriga, una relación un poco especial que tiene sus vaivenes puesto que cuesta aceptarla. Sin embargo con todos sus pros y sus contras, creo que es una buena lectura veraniega, que no subirá demasiado la temperatura de tu cuerpo y te proporcionará un rato agradable de lectura, seas fan o no de BDSM con el que yo de paso afirmo que no comulgo para nada, pero ya se sabe para gustos los colores….ConclusiónCuidado porque atrapa y seguro que caes en las redes de Christian Grey…. Preparate para un final abierto que te deje con la miel en los labios y te haga correr a buscar la segunda parte de la trilogía porque eso es lo que vas a encontrar, te quedas un poco huérfana y plof y deseas seguir leyendo para seguir descubriendo a los personajes, así que supongo que en algún momento la segunda y la tercera parte caerán en mis manos.