Buen cien, con un guion bien escrito (¡ahhh los guiones!, cuánto han tenido que ver en los buenos datos del cine español) y con bastante sentido del humor. Una trama bien desarrollada y con una fotografía fantástica de una Valencia gris y desdibujada. Está muy bien Tosar, como siempre, y fantástica la interpretación de Rodrigo de la Serna.
Una farsa que, para nuestra desgracia, suena creíble en algunos momentos.Revista Opinión
Nos acercamos a ver Cien años de perdón, la última película de Daniel Calparsoro