Ambientada en el siglo XIV en una época en que escocia es oprimida por los ingleses, un hombre se revelará y luchará por su país para conseguir la libertad que su pueblo se merece. Esta es la historia de Sir William Wallace.
Tras su debut como director en El hombre sin rostro (1993), Mel Gibson dirigirá, producirá e interpretará esta gran obra, una superproducción ganadora de cinco oscars incluida mejor película y mejor director.
William Wallace (Mel Gibson) es un escocés que de pequeño perdió a su padre y hermano a mano de los ingleses, con su tío como única familia se marchará al extranjero donde comenzará su formación. Una vez es adulto regresará a su pueblo y se casará en secreto con su amor de la infancia Murron (Catherine McCormack). Un capitán inglés asesinará a su esposa y esto llevara a William a vengarse en una batalla para liberar a escocia de la ocupación inglesa. De esta manera reunirá a pueblos escoceses y poco a poco ira ganando batallas ante el asombro del rey Eduardo I de Inglaterra (Patrick McGoohan) que no dudará en enfrentarse a él.
Estamos ante una gran superproducción, un drama sublime, basada en un héroe nacional escoces que lideró la guerra de independencia de Escocia a finales del siglo XIII y principio del XIV, Mel Gibson es quien encarnará a este personaje con una fuerza y maestría impresionante, la garra que pone el actor convencerá a todos de que es un líder nato y le seguirán hasta la muerte. Su enemigo será el rey de Inglaterra un auténtico villano que quiere apoderarse del terreno escoces y hará todo lo posible para lograrlo, gran interpretación de Patrick McGoohan, conocido por dirigir e interpretar algunos capítulos de Colombo. Estéticamente es excelente, los escenarios y sobretodo el vestuario de los personajes es de lo mejor que se puede ver, ¿quién no recuerda la imagen de William con la cara pintada de azul? O todo los bárbaros enseñando el culo a los ingleses antes de la batalla? porque esa es otra, las batallas son cruentas y épicas en las que los muertos se amontonan en el escenario, todo echo para que el espectador pueda meterse de lleno en aquella época gracias al realismo con el que se ha filmado, además de las batallas, hay sitio para la amistad, para la lealtad y los ideales que marcaron una época en la edad media. La banda sonora está a la altura con temas acordes con la escena y mucha gaita escocesa.
En definitiva un grandioso film que no le falta de nada, tiene drama, amor, acción, momentos muy tristes e incluso algún toque de humor, todo esto y mucho más en una cinta de casi tres horas que a muchos se le pasará volando, y es que en una época de honor y espadas William Wallace deseará con toda su alma la libertad de su pueblo y luchará hasta la muerte para conseguirla.
Frase favorita: Puede que nos quiten la vida, pero jamás nos quitaran ¡LA LIBERTAD!. – William Wallace
Valoración: 6/5