Cine Histórico: El reino de los cielos (Ridley Scott, 2005)

Una vez más Ridley Scott se atreve una vez más con una gran producción de tipo épico como Gladiator, Robin Hood o Black Hawk derribado, y es que es un género que se la da bien, ya desde su debut en Los duelistas Ridley Scott ha perseguido este género, cuidando mucho la ambientación, escenarios o vestuario, pero dejando de lado el contexto histórico y permitiéndose bastantes licencias históricas, que para ser una obra de entretenimiento no importa pero como film de valor histórico tiene sus límites, pero mientras que Gladiator no se aguanta por ningún lugar, El reino de los cielos mantiene el valor histórico lo suficiente para ser aceptable.Siglo XII, las Cruzadas. Godofredo de Ibelin es un caballero reconocido por el rey de Jerusalén y comprometido con el mantenimiento de la paz en Tierra Santa, emprende la búsqueda de su hijo ilegítimo, Balian, que es un joven herrero francés que llora la pérdida de su mujer y su hijo. Balian se une a Godofredo en su misión sagrada. Tras la muerte de su padre, hereda su tierra y su título en Jerusalén, ciudad en la que cristianos, musulmanes y judíos han conseguido alcanzar una convivencia pacífica durante la tregua entre la 2ª y la 3ª Cruzada. Con una fidelidad inquebrantable, Balian sirve a un rey condenado por la lepra y, además, se siente atraído por su enigmática hermana, la princesa Sibila.Con un reparto repleto de grandes estrellas desde Orlando Bloom, que sigue haciendo de chico bueno, pero con el registro limitado que le caracteriza, y le rodean actores de calibre como Liam Neeson, Jeremy Irons, David Thewlis Brendan Gleeson -secundario siempre en las películas épicas- y Marton Csokas -que una vez más hace de villano. El reparto lo completa Eva Green, una joven parisina que a cada día que pasa nos demuestra que es una gran actriz dramática.Como detalles curiosos tenemos que hablar del misterioso enmascarado que interpreta al rey de Jerusalén, que resulta demostrar que es un gran actor, Edward Norton se oculta tras esas trabajadas máscaras, demostrando ser un perfecto actor ya que sin mostrar sus expresiones consigue transmitir dolor con tan solo las palabras. Otra curiosidad, sobretodo para los de nuestro país, es donde se rodó la película, la producción comenzó con 346 personas en Huesca. El castillo de Loarre es en la película el baluarte de la familia de Godofredo, a donde llega Balian antes de iniciar su peregrinaje. En Segovia, y más concretamente en el pinar de Valsaín, se rodó la secuencia de la emboscada. Más tarde, en la catedral de Ávila, del siglo XII, tuvo lugar la ceremonia de coronación y una escena de una derrota cristiana. La siguiente localización fue el Palacio de los Portocarrero, en el pueblo de Palma del Río, en Córdoba, donde se filmaron diversas tomas del patio de la fortaleza de los Ibelin. Por último, Scott eligió Sevilla para homenajear el arte islámico andaluz. Dos edificios enriquecieron la ambientación del siglo XII: la Casa de Pilatos y el Alcázar. Allí se recrearon la residencia del pretor romano de Jerusalén y el palacio y las estancias del rey Balduino IV.En definitiva es una buena cinta histórico-épica con lo suficiente de aventura y dramatismo, con un trasfondo histórico bastante bien cuidado, dando lugar a una cinta bastante buena del género histórico, que nos muestra algo más que batallas de la época de las cruzadas.Valoración: 4/5