Revista Opinión

Cine: Mar Adentro, de Alejandro Amenábar: Mar de Amenábar y poco mar de Sampedro

Publicado el 31 diciembre 2019 por Carlosgu82

España (2004) Cine de 3.75 estrellas

Al ver la cinta uno comprende y no comprende los deseos de morir de Sampedro, un hombre que había aprendido a llorar sonriendo, todo un reto para Javier Bardem pues en esta ocasión debía mostrar su calidad con sólo su actuación facial, Mar Adentro no es una cinta a favor o en contra de la eutanasia, sólo muestra el caso, llega al corazón de los espectadores que tienen mucho corazón, pero no llega a la cabeza de los espectadores que tienen mucha cabeza, pues la profundidad de la cinta es sólo apariencia, no resiste un análisis demasiado crítico, cuestionar un tema escabroso y complicado como la eutanasia sea una tesis de Poetas y Filósofos y de los buenos, por eso el Cineasta y el Guionista se portan esquivos, se llenaron de considerable sensibilidad ambos y exploraron los lados sentimentalistas de la historia que son muchos.

Esta cinta hubiera tenido más méritos con la historia contada por sí sola, desnuda, sincera, abierta, espontánea, como si el director fuese Ramón Sampedro y no Amenábar, pero eso es imposible, porque primero y antes que nada está el ego de Amenábar, están los galardones, la oportunidad de mostrar habilidades de dirección, de efectos de grabación, de puntos de vista personalísimos, de mostrar virtuosidad en el manejo de cámaras, una cinta intimista como esta debió buscar el premio del público antes que el de los festivales.

Pero luego de 4 películas, Alejandro Amenábar seguro ya sabía qué camino seguir y como todo artífice que ya tiene cierto apoyo es absolutamente libre de seguirlo.

Las escenas de Sampedro volando como un ave por bellos paisajes me hicieron rememorar un maravilloso video Going Home del guitarrista Mark Knopfler. Pero como en casi todas las escenas de esta cinta, el protagonista no era Sampedro, el protagonista omnipresente en todos los planos era Amenábar insinuando para quien pudiera percibirlo, el derecho a la libertad en todos los ámbitos.

Dejando a un lado todo lo anteriormente dicho, la película si ha valido vale la pena la visita al cine. Olvídense de Amenábar y si pueden escuchen atentamente a Sampedro. Disfruten de la fotografía, de las locaciones y actuaciones que son notables.

(6jun2005)
Por: Godofredo Oscós-Flores


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