Inglaterra, 1899. Un científico construye un vehículo que le permite viajar a través del tiempo. Con él emprende un alucinante viaje a través de los siglos y es testigo, entre otros acontecimientos, de la Segunda Guerra Mundial y de un holocausto atómico en 1966, del que sale ileso. Su último destino es un paradisíaco lugar del futuro, cuyas gentes viven en el año 802.701, En esta lejana era, la indefensa raza Eloi se enfrenta a un horrible destino como víctima de unos terribles seres subterráneos, los Morlocks... a menos que el desconocido viajero del tiempo procedente del pasado actúe.
Producida y dirigida por un amante de la literatura de H. G. Wells, el húngaro George Pal, The time machine (conocida en castellano como El tiempo en sus manos) es todo un clásico de la ciencia-ficción con el que han disfrutado diferentes generaciones de cinéfilos.
Aunque George Pal fue más productor (The war of the worlds -La guerra de los mundos-, The naked jungle -Cuando ruge la marabunta-, When worlds collide -Cuando los mundos chocan-) que director, se hizo bastante conocido por el musical infantil Tom Thumb -El pequeño gigante-, lo que le animó a volver a dirigir, en este caso cogiendo otro texto de Wells, (The time machine) y prescindiendo de Byron Haskin, su director fetiche, para ponerse el mismo detrás de la cámara. El resultado es una película de agradable visionado, apta para todas las edades, que destila emoción por todos sus poros.
Quizá el guión no acaba de sacar todo el partido posible a la obra de Wells, y aunque a grandes rasgos no deja de ser una adaptación bastante fiel, no debemos olvidar que sobre todo busca el entretenimiento más que la reflexión filosófica (que es lo que más abunda en el libro del autor nacido en Kent). Por tanto, esa filosofía subyacente en el libro original, básicamente una metáfora de la lucha de clases, se pierde casi por completo en esta adaptación.
La película, estrenada en 1960, y protagonizada por Rod Taylor, Alan Young, Yvette Mimieux y Sebastian Cabot, ganó un Óscar a los Mejores Efectos Especiales.
Remake de 2002
Como dato significativo, cabe apuntar que en el año 2002 se estrenó un remake protagonizado por Guy Pearce y Jeremy Irons, y dirigido por Simon Wells (a la sazón bisnieto de H.G. Wells, autor de la novela original de 1895 en la que se basan ambas cintas). Personalmente creo que, aunque es muy espectacular en lo que a efectos especiales se refiere, y puede considerarse más o menos entretenida, no alcanza el grado de calidad de la de George Pal.