Netflix estrenó nueva película sobre la tragedia de los Andes
12/01/2024.- ¿Hacía falta otra película sobre la tragedia ocurrida al vuelo 571 de la Fuerza Área Uruguaya que se estrelló en la cordillera de los Andes el 13 de octubre de 1972? No lo sé. Ya esa historia ha sido contada otras veces en largometrajes como Viven (1993), protagonizado por Ethan Hawke y John Malkovich, o Supervivientes de los Andes (1976), sin mencionar los innumerables documentales que se han hecho durante los últimos treinta años.
Es obvio que la historia real es impactante y por ende seguirá generando asombro, curiosidad, tristeza y un coctel de emociones que garantizan que muchos espectadores quieran conocerla o volver a escucharla. Los relatos de la vida real que están íntimamente relacionados con la vida y la muerte siempre van a generar interés. Esos son los dos temas capitales de la existencia humana: nacer y morir.
La sociedad de la nieve, recién estrenada en Netflix, vuelve sobre esta historia desde una perspectiva similar a la de los otros largometrajes, pero haciendo mucho más énfasis en las emociones de los personajes, sus deseos, miedos, su mundo interior y todo lo que puede surgir del alma en una situación límite.
Nadie está preparado para una circunstancia como la que estos jóvenes vivieron. Nadie quiere morirse, al menos no conscientemente (por eso los suicidas son minoría), y el hecho de tener que enfrentar la muerte de forma cercana y violenta cambiará los corazones de aquellos que sobrevivieron a la tragedia. Al menos eso es lo que vamos a presenciar en la película, que va especialmente sobre el valor de la vida y el coraje de imponer la voluntad, incluso en los peores momentos.
La sociedad de la nieve está basada en el libro homónimo de Pablo Vierci, que recoge los testimonios de los sobrevivientes.
En diversas entrevistas, el director de la película, Juan Antonio Bayona, ha dicho que existía la necesidad por parte de los protagonistas de esta historia de contarla, o más bien volver a contarla, pero en la pantalla grande, para cambiar el relato quizás menos optimista de las producciones anteriores.
Es comprensible que ante una tragedia como esta exista la necesidad de extraer una filosofía positiva o algunas ideas que se encarguen de darle sentido a lo que no lo tiene, al dolor, al hambre, al frío, a la incertidumbre y la desesperación que se vivió tras aquel accidente.
Precisamente esto último quizás sea lo más interesante de esta película y uno de los motivos más importantes para verla. La cinta es una invitación a abrirse a la posibilidad de interpretar las tragedias de la vida para extraer algunas enseñanzas. Si lo malo no sirve para mostrarte lo positivo, para ayudarte a mejorar, para valorar lo que te rodea, ¿qué sentido tiene vivirlo?
En el largometraje, de forma implícita, se dice que la gente que sobrevive, o al menos pasa por la vida soportando traumas emocionales y físicos, es aquella que tiene la capacidad de seguir adelante y el temple para luchar por salvarse a sí mismos y de paso a los demás, si es eso posible.
Luisa Ugueto Liendo
@cluisaugueto