(declaraciones de Ridley Scott sobre la producción, aquí)
Contar con protagonistas femeninas muy potentes constituye una seña de identidad de Ridley Scott, tal es el caso de Sigourney Weaver como la teniente Ripley en Alien, el octavo pasajero; Geena Davis y Susan Sarandon en Thelma y Louise; Demi Moore en La teniente O’Neil…, y la lista podría seguir. Prometheus no presenta una sino dos formidables protagonistas femeninas que continúan la maravillosa tradición de Scott. Elizabeth Shaw, interpretada por Noomi Rapace, es una científica llena de fe y esperanza, pero que se transforma en una auténtica guerrera cuando debe enfrentarse a los peligros que encuentra en su destino; Vickers, interpretada por Charlize Theron, es una alta ejecutiva que representa los intereses de la mega-corporación que financia el viaje a un lejano y fatídico mundo.
La poderosa y perturbadora interpretación de Rapace en la primera adaptación cinematográfica de Los hombres que no amaban a las mujeres, basada en la trilogía de Millennium escrita por Stieg Larsson, consiguió captar la atención de todo el mundo, incluyendo la de Scott. “Noomi posee una extraña combinación de inteligencia y fisicalidad”, afirma el realizador. “Se adueñó totalmente de su personaje en Los hombres que no amaban a las mujeres. Su actuación resultaba tan potente que cuando Noomi y yo nos conocimos, yo esperaba encontrar a una persona muy dura e insensible; en vez de eso, Noomi era encantadora, amable y muy inteligente. Todo ello constituía una mezcla increíble que la hacía perfecta para interpretar a Shaw”.
Una llamada de Ridley Scott representa un momento decisivo en la carrera de cualquier actor o actriz, incluyendo la de Rapace. “Tras reunirme con Ridley, pensé: Aunque finalmente no trabaje con él en Prometheus, me siento afortunada por haber compartido esta hora con él”. Al final, resultó que su personaje de Shaw llevaría mucho más tiempo que esa hora con Scott, que la eligió tras una prueba de cámara que rodó con el director de fotografía Dariusz Wolski, ASC. “Utilizamos un gran almacén de Panavision que el responsable del diseño de producción Arthur Max había decorado dándole una espeluznante atmósfera industrial, y Noomi simplemente lo bordó”, señala Ellenberg. “Todos nos quedamos absolutamente pasmados ante su ferocidad, su potencia y su gran presencia escénica”.
Un tipo de potencia muy diferente al que debe demostrar Meredith Vickers, una ejecutiva de Weyland Industries que se embarca en el Prometheus en representación de los misteriosos intereses de la corporación. Cuando Charlize Theron aceptó el papel, el personaje de Vickers adquirió una nueva y fascinante dimensión. Lindelof señala: “Charlize y yo trabajamos estrechamente para crear un personaje con más aristas. Vickers es el tipo de personaje al que el público odiará o amará, pero hay ciertos momentos en los que vemos su vulnerabilidad y empezamos a comprender cómo y por qué se convirtió en una insensible mercenaria. Esto convierte al personaje de Vickers en un contrapunto de Shaw mucho más interesante”.A Theron le atrajo el hecho de tener la oportunidad de explorar los épicos temas que plantea la película desde una perspectiva totalmente opuesta a la del resto de la tripulación. “Para Vickers, este trascendental viaje de dos años de duración hasta otro mundo se reduce únicamente a una cuestión económica. Su línea de pensamiento está basada prácticamente en la consecución de resultados financieros, dice la actriz.
Pero como sucede con multitud de cosas en torno a esta misión, el objetivo último de Vickers oculta misterios más profundos y tiene muchas capas. “Mi personaje es un enigma, y la incógnita que la rodea fue algo que me gustó mucho”, dice Theron. “Vickers es una persona pragmática, que quiere desesperadamente controlar la situación. Dificulta todo lo que los demás pretenden hacer allí, y se hace evidente que, o bien tiene una agenda alternativa, o está escondiendo algo”.
Su fría eficiencia podría llevarnos a calificar a Vickers de máquina, pero hay otro miembro de la tripulación, David, interpretado por Michael Fassbender, que sí que es, literalmente, una máquina; es un androide fabricado por la corporación. Aunque David posee una inteligencia extraordinaria así como otras aptitudes, su principal tarea en el Prometheus, dice Scott, es la de sirviente. “Básicamente, David se ocupa del mantenimiento de la nave, vigilando que todo funcione correctamente mientras los miembros humanos de la tripulación se encuentran en animación suspendida [estado que requieren dada la duración del viaje: dos años]”.No obstante, David es mucho más “humano” de lo que se podría esperar de una persona sintética. Lindelof aclara: “David está programado para ayudar a los tripulantes humanos, pero su opinión sobre la misión en concreto es que es ridícula porque él mismo ya se halla en compañía de sus creadores –los seres humanos– y no se siente en absoluto impresionado por ellos. Me atraía mucho la idea de inventar formas de demostrar el desdén de David de acuerdo con lo que le podía permitir su programación”.
La combinación del intelecto de David con las anodinas directrices que tiene programadas, provoca algunos de los más sorprendentes momentos cómicos de la película. Cuando vemos a David por primera vez, parece un niño en el patio de recreo; pero en este caso el patio de recreo es la nave Prometheus. “Mientras el resto de la tripulación está en estado de animación suspendida, David se divierte jugando con las numerosas maravillas tecnológicas que posee la nave”, dice Fassbender. E igual que un niño, David disfruta viendo la misma película una y otra vez. Su referente cinematográfico es la épica obra maestra de David Lean Lawrence of Arabia; David, al igual que T.E. Lawrence, el personaje interpretado por Peter O’Toole, es de muchas formas el idealizado concepto del hombre. Por otro lado, añade Lindelof, “Lawrence era un extraño en una tierra extraña. Se veía a sí mismo como un libertador. Y todo esta serie de ideas se ajustan perfectamente a David”.Además, la opinión que David tiene respecto a los miembros humanos de la tripulación también es en cierto modo la de un niño. “David es celoso y arrogante porque se da cuenta de que su nivel de conocimiento es muchísimo más completo y, por tanto, se siente superior a los humanos”, señala Fassbender. “David quiere ser reconocido y recibir elogios por su eficiencia, sin embargo, nadie le presta atención. Los humanos no aceptan a David, y eso le ofende. Y al igual que un niño, David puede tomar decisiones muy imprudentes”.
El personaje de Janek, el capitán del Prometheus, es descrito por Scott como un “viejo lobo de mar”; un oficial de navegación en el sentido más tradicional, y un macho alfa cuya misión principal es proteger la nave y a su tripulación. Sus anhelos y su vocación representan un drástico contraste con los vehementes objetivos de Shaw y Holloway y los deshonestos intereses empresariales de Vickers.El actor británico Idris Elba, que interpreta a Janek, vuelve a colaborar con Scott, con el que había trabajado previamente en la galardonada película del director American Gangster. La formidable actuación y presencia escénica de Elba en aquella película impresionó muy gratamente a Scott, al igual que la mordaz interpretación que actor realizó del capo de la droga Stringer Bell en la serie The Wire y su papel del complejo oficial de policía que da título a la serie Luther.
Elba describe a Janek como “un eficiente oficial y navegante. Su profesión es su vida y la tripulación es su responsabilidad. Al final, toma una tremenda decisión que le define como ‘un hombre’”.
Logan Marshall-Green interpreta a Holloway, compañero de Shaw, tanto personal como profesionalmente, en la búsqueda de respuestas a algunas de las más importantes incógnitas de la humanidad. Al igual que Shaw, Holloway está ansioso por conseguir dichas respuestas, pero en la creencia de que finalmente su investigación arrojará resultados muy diferentes a los que Shaw espera.
“Mientras Shaw es el corazón de la búsqueda, Holloway simboliza las agallas”, añade Marshall-Green. “Yo creo que Holloway busca la respuesta a esas grandes cuestiones porque siempre le ha gustado enfrentarse a los límites. Holloway es excesivo en todo lo que hace, lo cual a veces beneficia al equipo y, otras, le perjudica. Pienso que lo que realmente le motiva es la emoción de la búsqueda”.