No se trata en este caso de una película fácil, menos aún para jóvenes acostumbrados al color y a la voz en el cine. Sin embargo, el tema ya clásico del vampiro resulta siempre atractivo para los estudiantes, y el hecho de que sea una obra de alto riesgo artístico puede suponer un aliciente. Se trata de un verdadero desafío para un director de cine: llevar la historia de Drácula, de Bram Stocker, al cine, pero no con los recursos habituales, sino en blanco y negro, con la calidad del cine mudo, del cine expresionista alemán, y contada por medio de la danza. Todo un reto, como se puede imaginar. Para ello, contaba Guy Maddin con la actuación del Ballet Canadiense de Winnipeg y con la música de Mahler. También con una impresionante puesta en escena, con decorados expresionistas.
El objetivo de que los alumnos de Artes Escénicas reciban esta recomendación es comprobar la dramaticidad y teatralidad, y por tanto la narratividad, de la danza, pues toda la historia está representada por medio del ballet; las palabras se reducen a títulos como los que aparecen en el cine mudo, escasos y cuando son absolutamente imprescindibles. El ballet original se representó por esta misma compañía, pero ponerlo en película siempre sería atrevido, pues al lenguaje escénico hay que añadir, o quizás traducir, el lenguaje cinematográfico. Por otra parte, la calidad de los bailarines es muy alta, por lo que puede agradar a los alumnos interesados en la danza.
Ficha artística y técnica
TITULO ORIGINAL: Dracula: Pages from a Virgin’s Diary
PAIS: Canadá
DURACION: 73 Minutos
AÑO: 2002
DIRECTOR: Guy Maddin
GUIÓN: Bram Stoker (novela) y Mark Godden (ballet Dracula)
REPARTO Zhang Wei-Qiang, Tara Birtwhistle, David Moroni, CindyMarie Small, Johnny Wright, Stephane Leonard, Matthew Johnson, Keir Knight, Brent Neale, Stephanie Ballar
MÚSICA: GUSTAV MAHLER
FOTOGRAFÍA: Paul Suderman