"EMILIA PEREZ" ("IDEM", FRANCIA - MEXICO - BELGICA, 2024) DE JACQUES AUDIARDDespués de toda la polémica que ha desatado la película en México y algunos otros lugares hispanohablantes, y con sus trece nominaciones a los oscares de este año, resulta casi imposible no hablar de ella, porque para bien, o para mal, ya dejo huella en este país, por un lado la mayoría sintiendo esto como un insulto en tanto que otros la defienden con uñas y dientes alegando que a los que le no les gusta... pues simplemente no le saben por ignorantes, y para bien, porque al parecer va a causar que el engaño que es la garantía de cinépolis se convierta en una real, desde esta humilde butaca, que bueno que por fin se le haga justicia al respetable, en cuanto a lo controversial de la película existen infinidad de quejas y discusiones, que si hablan un español mordido, que no se les entiende, que no tienen acento mexicano, que no usan actores ni actrices mexicanos, que no se filmó en México, que no saben cantar, que vanagloria al narcotráfico, que nos pinta con estereotipos, que es ofensivo, o que es un panfleto woke, y aunque todo esto es cierto, me parece que tiene males todavía más grandes que la hacen una cinta horrenda en el peor sentido de la palabra. Ya desde que inicia el director enseña el cobre, no le interesa mostrar un México realista ni verosímil, simplemente va a usar el país como herramienta para presentar lo que realmente quiere, que no es otra cosa que la "historia" de un hombre, el sufrido Manitas del Monte, un violento y poderoso narcotraficante mexicano que en realidad solo quiere ser mujer, es decir, convertirse en la Emilia Pérez (Karla Sofia Gascón actuando terriblemente y sin preocuparse por su marcado acento español) del título, así que todo lo demás, la historia alrededor, le vale tres cacahuates, y si tiene que retratar a los mexicanos como pueblerinos ignorantes, ensalzar el narcotráfico, y burlarse de los desaparecidos, pues que así sea, ya que de eso no va la historia, pero es aquí donde el director comete un error capital, el francés viene de un país que se vanagloria de ser la cuna de la libertad y el respeto a las culturas, y hollywood enseña sus verdaderas intenciones, un movimiento progresista donde solo le interesa quedar bien para hacer más negocio, lo que menos le importa es representar y apreciar las demás culturas. Dicho esto, que es una muestra más del capitalismo y la búsqueda del cochino dinero, idea que se esboza en más de una ocasión en el filme y que en líneas generales mide el valor de la persona por el dinero que tienen, lo demás es una bazofia, como anote antes, desde el inicio cuando vemos a unos mariachis con luces led y pasamos a una canción que dice - "lavadoras, estufas, microondas, se compran", sabemos de que va la cosa, casi de inmediato la dizque menospreciada mujer abogado que no ha puesto su despacho por prietita, Rita (Zoe Saldana, mal y requetemal) se queja de México en una puesta en escena horripilante, que busca siempre planos cercanos y amontonamiento de gente para engañar conque están pasando bailes, canciones que carecen de lirica y armonía, vamos que no tienen ni ritmo ni rimas, además de que las letras son directamente idiotas, y con actrices que no cantan sino que susurran, o de plano solo berrean, además de que los fondos siempre son negros, lo que da una sensación de claustrofobia y poco dinero que no se entienden. La abogada recibe una llamada citándola en una esquina donde es raptada por Manitas, quien le pide que busque médico para cambiarle el sexo, simula su muerte y la mujer Jessi (Selena LA Lucecita quedando retratada cada vez que habla en español, siempre gritando y exagerando) es enviada a Suiza con sus hijos, cuatro años después Emilia localiza a Rita para que les traiga a su familia y de paso hacer una fundación - "La Lucecita" - nada menos que para buscar a los desaparecidos, y si lo que habíamos visto antes ya era ridículo, aburrido y desesperante; Manitas diciendo que la sociedad lo hizo malo, la abogada juzgando a todos pero siendo más corrupta, Jessi siendo una caricatura, lo que sigue es mil veces peor, ya que seguimos la misma tónica con la abogada que nunca desarrolla su historia, Jessi cada vez más ridícula con diálogos que dan pena ajena - “Hasta me duele la pinche vulva nomás de acordarme de ti”-, hay que recordar a Selena que solo usa la bandera latina para sacar provecho como todos esos seudolatinos que no saben hablar español, no conocen la cultura o de plano la odian. Hasta que llegamos a Emilia convirtiéndose literalmente en una santa, cada vez con peor dirección, musicales más estúpidos, letras miseralistas, personajes maniqueístas y escenas que logran que uno o se ría de idiotez o de plano se encabrone con momentos como "hueles a coca cola light con limón y sudor", una escena de resurrección, las pésimas transiciones, las incongruencias del guion - no hay jurado en México, nadie va a una esquina porque lo cita un desconocido, para que necesita una abogada para su operación, ¿sigue siendo narco?- ese burlesco beso en la mano de la madre del desaparecido a su posible victimario, la escena en que juzgan a los demás cuando ellas son delincuentes, el reclamo al gobierno, el que se haga "bueno" solo porque se volvió "mujer", el como se intenta idealizar su figura a pesar de lo que hizo y el como sigue comportándose, de hecho el director intenta hacernos estar de su lado en lugar del de su mujer con la custodia de los niños cuando se supone que solo es una tía lejana. Audiard no tiene idea de como escribir ni mostrar una historia de redención, es como si presentara a un golpeador que es santificado por curar las heridas que el mismo causo y decir que la agredida debe agradecerlo, además esa historia de que hizo el bien porque unos de los desaparecidos era malo, para luego encamarse con la viuda de este, solo demuestra que para él solo son importantes los valores progresistas aunque escupa el dolor de toda una nación, y esa mencionada beatificación - ¿o acaso una befa a la Virgen? - que no solo nos retrata como ignorantes fanáticos sino que se mofa de la violencia del narcotráfico y las millones de víctimas en este sangrante país, todo esto en una película que debe estar entre las peores de los últimos años, y no por su mensaje, sino por la deplorable realización y ejecución. Calificación: De lo Peor del Año