Cinecritica: La Casa: Entonces se Pierde la Verdad que no Puede Ganarse

"LA CASA: ENTONCES SE PIERDE LA VERDAD QUE NO PUEDE GANARSE" ("THE HOUSE II: THEN LOST IS TRUTH THAT CAN´T BE WON", REINO UNIDO -EU, 2022) DE NIKI LINDROTH VON BAHRSi la primera parte de esta historia abrazaba el terror esta continuación no lo deja de lado, solo que con una critica más acida hacia nuestra realidad en la actualidad que no rehuye el humor negro y que tiene muchos tientes kafkianos, estamos en la misma casa de la historia anterior, pero ya no en el pasado sino en un presente con casas inteligentes, habitadas por roedores eso si, un vendedor, o mejor dicho una especie de contratista (voz de Jarvis Cocker) que ya al inicio le dice por teléfono a su pareja que corrió a todos y hará todo solo para quedarse con el pastel completo de la ganancia, también vemos como el banco lo persigue por la deuda que debe haberle causado apostar todo por la casa que compro, reparo y desea vender, así vemos al solitario tipo reparar y reacomodar la casa con muebles de diseño y ultima generación, al tiempo que se enfrenta a una plaga de escarabajos y gusanos que no dejan de multiplicarse. 
La demostración no sale como el quiere y dos extraños inquilinos que dicen "estar muy interesados en la casa" no pretenden salirse del lugar, en tanto su relación "amorosa" parece tener problemas, el banco lo agobia y la plaga se hace cada vez peor, esta historia critica de nueva cuenta los apegos materiales, esta vez por el lado de las apariencias, el tipo intenta dar una imagen de éxito pero en realidad vive en el sótano, invita a la persona a la que llama a unas vacaciones lujosas pero apenas come lo que sea, la casa se ve hermosa por fuera pero las cortinas se caen, el agua no fluye, es decir, el protagonista pasa sus defectos internos a la misma casa, solo vive de apariencias pero no pone atención en lo importante, en tanto los dos invasores parecen familiares roedores de los insectos que ha cazado impecablemente, hasta que estos causan una pesadilla mayúscula en ese cierre pesadillesco con invasores desquiciantes y desquiciados, quizá una terrible historia de terror, o quizá un simbolismo del descenso a la locura, cualquiera que sea la verdad se agradece esta locura, más aun cuando vemos bailar a los insectos en una ejecución brillante junto a la música de Santaolalla.
Calificación: Bastante Bien