"LA HORA DE LA DESAPARICION" ("WEAPONS", ESTADOS UNIDOS, 2025) ZACH CREGGERLa cinta inicia con una voz en off (Scarlett Sher) que nos da la bienvenida como si fuera un cuento clásico de terror, una fabula, una de esas historias que han permanecido por generaciones en el imaginario común, o en ultima instancia el inicio de alguna serie de terror con capítulos auto-conclusivos que fueron tan populares en los ochentas y noventas, se nos indica que 17 niños desaparecieron sin dejar rastro, específicamente a las 2:17 de la madrugada, sin razón aparente y corriendo de forma pintoresca, esto se sabe porque algunas cámaras alcanzaron a tomar su "vuelo", así, sin saber que sucedió, con la tragedia en el ambiente, y el aviso de más desgracias por llegar se nos da la bienvenida a este cuento de terror que presume su estampa clásica sin vergüenza alguna, y este momento de terror puro, envuelto por "Beware of Darkness" de George Harrison, contrasta de sobremanera con lo que vemos hacia el final de la cinta, donde el clasicismo se ha abandonado para dar paso a un tramo hilarante que de alguna manera embona de forma precisa con el inicio.
Esto no es sencillo, pero como el director y guionista no le teme al ridículo, su apuesta funciona, como también lo hizo en su opera prima como director en solitario - "Barbarian" -, y a su vez su inicio en el genero del terror en el que parece sentirse cómodo, bueno, y también funciona porque ese extraño salto de comedia a terror ha demostrado ser idóneo, quizá porque la comedia como el terror dependen muchísimo del manejo de tiempos, y en parte porque han sabido regalar historias sin que la seriedad y la solemnidad que a veces empantana el genero los alcance, es así que Cregger usa el genero no para dar clases de moral ni lecciones políticamente correctas, sino que se limita a plantear una historia y desarrollarla, confiando siempre en el respetable, de tal manera que sus planteamientos y forma de narrar - más que sus historias -, tienden a ser complicadas y rebuscadas, para que nosotros mismos armemos el rompecabezas e hilamos las imágenes.
Tampoco es que sean precisamente complejas, pero si nos exigen que pongamos atención y no estemos viendo las notificaciones del celular, y eso en estos tiempos es un halago, quizá por ello el director puso como condición que no se estrenara en streaming, quería un estreno en cines, ya que esta convencido del poder de este como medio de entretenimiento, y como herramienta de maquinación mental, y nos paga a nosotros los espectadores con historias tétricas que no rehúyen la violencia ni el desagrado, con sendos sustos que no temen usar bien los jump scares, un ambiente malsano que impregna toda la cinta, con imágenes donde se siente la tensión sin que use herramientas facilonas, y con un humor chocarrero que nos hace carcajear en los momentos más inesperados, tan negro que uno siente un ligero desagrado por si mismo - no en mi caso ya que me fascina este - sin poder evitar la risa.
Los 17 niños no aparecen, y no hay pistas que indiquen un avance en la investigación, de hecho la policía no parece muy interesado en resolver el caso, preocupándose más por comidas y bromas, ante un pueblo indiferente y una policía valemadrista, los padres de familia están cada vez más desesperados, y como todos los chamacos desaparecidos pertenecen al mismo grado - tercero - y casualmente son de la misma clase, la maestra Justine (Julia Garner, muy bien) parece la sospechosa perfecta, no sabe nada, nunca escucho nada, y solo sus niños desaparecieron, bueno, a excepción de Alex (Cary Christopher, bien) que tampoco sabe nada del suceso, debido a esto los padres comienzan a acusar, acosar y atacar a la joven maestra, que para su pesar tiene la "mala" costumbre de preocuparse y convivir mucho con sus alumnos como le espeta el indiferente director Marcus (Benedict Wong protagonizando una escena esplendida).
Cregger nos presenta la historia por medio de capítulos como en su cinta anterior, después del prologo narrado, vemos las vivencias de distintos personajes que lidian como pueden con las secuelas de la tragedia, y hacen avanzar al relato, ya sea porque están investigando, porque es su chamba, o de plano por pura casualidad, siempre cortados en jump-cuts que dejan todo en cliffhanger para que cada vez estemos más tensos y desesperados, así somos testigos de la historia de la maestra Justine, que dista de ser mujer modelo, ya que es alcohólica y tiene un pasado problemático, el padre de familia Archer (un sobrio Josh Brolin) que se obsesiona con encontrar a su hijo y es punta de lanza en culpar a la maestra, el policía ex alcohólico, infiel e impulsivo con mala suerte Paul (Alden Ehrenreich, bien), que se ve involucrado muy a su pesar.
El tontón drogadicto James (desternillante Austin Abrams) que queda en medio de todo por pura mala suerte, y el pequeño Alex, que sufre bullying por parte de sus compañeros, y con unos padres buena onda pero algo ausentes, todos de alguna manera terminaran conectados con la maldad del titulo, que no puedo desvelar, pero donde incluso se entiende el significado del titulo original, que también puede estar conectado a ese subtexto de tiroteo escolar con abusivos, abusados y hasta armas automáticas en el cielo con 217 municiones, en cuanto al significado de la hora supongo que viene de "The Shining", con todo y guiño en la escena de la puerta, y un detalle más, la maldad se paga por los habitantes del pueblo.
Sea el tipo que tiene arranques y miente a la primer provocación, sea el sujeto que es capaz de todo porque esta siendo manipulado por las drogas, o el cínico al que no le interesa más que vivir cómodamente, todos ellos pagan, por la pura indiferencia, pero también lo hace la gente inocente, demostrando que la maldad no diferencia, solo actúa y ejecuta, infectando y afectando a todos se forma parasitaria, con una sociedad que se lo permite, por lo menos aquí si podemos expulsar la tensión en ese explosivo final donde todo se revela, y también donde todo se sale de madres, en el mejor sentido de la palabra, en estos momentos uno ríe, entristece, asusta, grita y se carcajea hasta soltar las lagrimas porque eso es justamente lo que intento Cregger, y que bueno que sea así, con todo y ese final agridulce como la vida misma.Calificación: Excelente
