Revista Cine
LITTLE MISS SUNSHINE (IDEM, EU, 2006)Algunos ven en esta película esa dotación de cine independiente que al parecer forzosamente tiene que estar en los oscares, como si fuera la manera en que los amantes del cine independiente o "artístico" voltearan a ver los premios y les dieran valor, y aunque siempre hay alguna asi la verdad es que esta cinta es mucho mas, detrás de esa portada de presunción que le quieren poner esta una bonita road-movie de crecimiento personal y familiar en este caso que nunca toma caminos sencillos y que se niega al final fácil, los directores Jonathan Dayton y Valerie Faris grabaron la cinta sin estorbar en ningún momento y dando lugar a que los personajes tomaran el protagonismo al igual que los diálogos del inteligente guion de Michael Arndt. Primero nos presentan a los personajes, el padre (Greg Kinnear) perdedor que habla de éxito, la madre (Toni Collette) que debe lidiar con las locuras de todos, el abuelo (Alan Arkin) drogadicto, el tio (Steve Carell) deprimido-suicida, el adolescente (Paul Dano) misantrópico finalmente la adorable niña (Abigail Breslin) regordeta que sueña con ganar un concurso de belleza, por azares del destino tienen que llevar a la niña al concurso del titulo donde se toparan con muchísimas situaciones que los llevaran al limite, asi poco a poco iran descubriendo que son perdedores y que nada augura que su suerte cambie, y se van destruyendo y odiando cada vez mas, o por lo menos eso parece pero sabemos que al final descubrirán que en realidad se aman y que este fatídico viaje es lo mejor que les pudo pasar. Y nosotros los acompañamos en cada momento sufriendo y disfrutando lo mismo que ellos, al final cuando lleguen al concurso ya todos tendrán una meta en común y donde se muestran los mensajes de la cinta, claro que es una cinta de crecimiento personal-familiar, por supuesto que es una critica/parodia de esos terribles y horribles concursos de belleza para niñas que hacen perder la inocencia y que se ven enfermizos, pero por sobre todas las cosas es un llamado a no tener ese eslogan que el padre recita a cada segundo al inicio de la cinta, el mundo, todos aman a los exitosos, los perdedores son repudiados, quizá, pero lo importante de la vida no es ganar, es vivirla, es divertirse, es subirnos al escenario sin miedo como la pequeña Olive y mostrarle al mundo que no le tememos y que aunque pierdamos ante gente más talentosa o bonita siempre es importante aceptarnos y amarnos, un consejo cliché por supuesto, pero nunca esta de más y mostrado de esa manera no se puede repudiar, y menos con ese final. Calificación: Bastante Bien