MALEFICIO (INCANTATION, TAIWAN, 2022) DE KEVIN KOLi Ronan (Hsuan-yen Tsai, muy bien) esta a punto de recuperar a la hija que dio en adopción, la pequeña Dodo (una tierna pero inquietante Huang Sin-Ting) debido a que estaba convencida de que una maldición la perseguía y afectaba a sus seres queridos, al grado de pensar que el accidente de sus padres fue debido a esto, pero después de mucha terapia ya se encuentra mejor y sabe que todo está en su mente, o por lo menos eso comenta a la cámara, pero lo cierto es que no parece estar muy convencida porque tiene una extraña manía/obsesión con grabar todo lo que vive con la excusa de que queden los momentos registrados para su hija, pero casi de inmediato queda claro que nada esta en su mente, el solo hecho de que la pequeña Dodo escriba su nombre desata muchos fenómenos paranormales, que si las luces que se prenden y apagan solas, que si la pequeña ve un ente al que llama "malo" deambulando por el techo, que si se va la luz, que si una sonámbula grita y desaparece, y demás situaciones muy conocidas para los amantes del género.
Pero aquí a diferencia de la mayoría de las películas de terror si se siente un mal rollo, como si lo que viéramos fuera algo real, y no tiene nada que ver con el hecho de que haya sido grabada como cámara en mano, sino que la atmósfera que logra Ko es opresiva, y logra tener un ambiente terrorífico en todo momento, cuando el director y guionista nos tiene ganados comienza intercalar unos flashbacks a modo de grabación donde vemos lo que le sucedió a la chica seis años antes y que resulta ser lo más terrorífico de la cinta, así conocemos el contenido de la mencionada grabación maldita, y lo que desencadeno la maldición que la aqueja en el presente, en tanto en el presente vemos a una luchona Li intentar salvar a su hija de la maldición de cierta deidad maligna budista al tiempo que batalla con un sistema que quiere apartarla de su retoño.
Y aunque esta parte también da miedo en ciertos momentos apuesta por el drama, sosteniéndose en una talentosa actriz que hace suya la cinta, lo de cámara en mano nunca me ha convencido totalmente pero aquí funciona y como se intercala con otro "tipo" de grabación no cansa, tenemos cámaras de seguridad, confesiones a cámara, noticias en tv y demás cambios, aunque esto quizá ahuyente a los puristas del género, pero ayuda a que el montaje sea mucho mejor, los efectos son buenos, y los decorados y diseño de producción es asombroso, con esos colores fuertes, mucho rojo y verde, con esas extrañas imágenes y símbolos, y hablando de esto es donde la película apuesta más, en un juego mental jugando con imágenes (manipuladas) diciéndonos que vemos lo que queremos, y haciéndonos cómplices de la historia desde la solicitud de ayuda inicial por parte de la protagonista donde irremediablemente rezaremos un mantra que se repite durante toda la historia, una solicitud de bendición para proteger de esa maléfica madre buda que con un giro final nos pondrá los pelos de punta, para bien y para mal, una maquiavélica idea que se puede aplaudir aunque cause escalofríos.
Calificación: Bastante Bien