Una dedicada madre (Hye-ja Kim, soberbia) debe preocuparse por su lento hijo Do-joon (Won Bin, bastante bien), el chico sufre algún tipo de retraso, es irresponsable, inmaduro y dependiente, tanto asi que todavía duerme con su madre, es atropellado por un auto de lujo y junto a su amigo Jin-tae (Jon Goo, bien) van en busca de "justicia" los encuentran en el campo de golf, dañan su automovil, y se enfrentan a ellos terminando en la comisaria, ahi nos damos cuenta que Jin-tae se aprovecha de Do-joon y le carga la responsabilidad, mientras la permisiva madre solo lo regaña tibiamente y el chico esa misma noche ya anda de parranda, esta tónica nos muestra las relaciones del joven con su madre y su amigo, pero que esta vez causara un problema mas grave. Do-joon se emborracha solo y regresa a casa a altas horas de la noche y va detrás de una chica, la llama algunas veces solo para verla perderse en la obscuridad y ver como le tiran una piedra, a la mañana siguiente el cuerpo de la joven asesinada esta en la azotea del lugar y el principal sospechoso es Do-joon, algo que su madre no cree por lo que emprende una incansable búsqueda por la verdad para atrapar al verdadero asesino y liberar a su hijo.Esa es justamente la idea central del cuarto filme de Joon-ho Bong, ¿hasta donde puede llegar el amor de una madre? ¿hasta donde esta dispuesta una madre a sacrificarse por su hijo? ¿algo es capaz de detener ese amor? es asi que el director nos regala una cinta donde retoma el thriller con sus típicos cambios de tono, el humor negro, la parodia, pero esta vez menos marcados, es la cinta mas sobria del director, solamente moviéndose entre el thriller dramático pero con ese sello particular del director impreso en cada escena y linea, los encuadres y los fotogramas son bellisimos, el director siempre ha buscado la perfección en todo momento regalándonos cintas que siempre son bellas pero esta vez es impresionante, cada imagen parece un cuadro, el uso de colores, esa fotografíasombría de Kyung-pyo Hong donde los pocos colores sobresalen, es arte en imágenes.
Ademas como en toda cinta de Joon-ho Bong la linea que separa el bien y el mal no es nítida, no existe blanco y negro, solo gris y todos los personajes habitan ese color en estos pueblos rurales coreanos donde todos ocultan algo, tienen sus propios pecados y viven secretamente mostrando una mascara falsa a los demas, asi que los que solo busquen un thriller de investigación mas normal lo tendrán, con sus vueltas, sospechosos, descubrimientos y sorpresas, y aun mejor porque el guion escrito por el director y Eun-kyo Park no deja cabos sueltos, siempre es creíble a pesar de jugar con la ambigüedad y lo que se va descubriendo siempre deja atónitos, tanto o mas que a la abnegada madre. La critica social ya la deje clara, pero la política sigue ahi, marca del director, el retratar a las autoridades como ineficientes, idiotas y corruptas, capaces de torturas y presionar para conseguir un chivo expiatorio, flojas al o querer hacer una investigación real, y esos abogados que solo lucran con los desesperados, como buitres imbéciles que se la pasan de juerga y con mujerzuelas.Por ello a la madre del titulo no le quedara de otra que hacer el trabajo ella misma, desconfiar de todos como le señala el amigo de su hijo, y no rendirse nunca aunque ello signifique correr bajo la lluvia kilómetros para llevar una posible pista a la policía, la señora intenta quedar bien con la policía, les ruega y finalmente los deja de lado para investigar a Jin-tae y descubrir algo que no esperaba, mientras su hijo sufre en prisión y no recuerda nada, descubre los secretos de la joven asesinada, la podredumbre del pueblo, y los secretos que todos prefieren guardar en lo obscuro y que tienen que ver con ciertas fotos claves, interrogatorios, una joven con una vida obscura, medio pueblo inmiscuido, el cuerpo puesto como señal de aviso, los adolescentes que guardan secretos propios, una cara borrosa en la obscuridad, todo eso forma parte de una cinta que no renuncia a la violencia y a la carga dramática de una familia partida, y es que detrás de esa enfermiza dependencia de madre-hijo y viceversa se esconde el secreto de un pasado que uno no recuerda y el otro se niega a aceptar, ese que encierra el enfermo sentimiento de culpabilidad.Todo aderezado por la hermosa banda sonora de Byung-woo Lee que acompaña y apoya lo que sucede en pantalla, ademas de un reparto secundario esplendido con caras conocidas para el director, una joven Woo-hee Chun que esta es ascenso por ejemplo, y en especial de la protagonista en la que recae todo el peso de la cinta, con la cámara siempre encima de ella y constantes close-ups, es aquí donde el director conjuga el drama familiar de "The Host" con el thriller desesperante de "Memories of Murder", donde nos entrega el Joon-ho mas serio y donde nos presenta la realidad del amor humano, donde la ética se diluye para dar paso al amor, donde un baile limpia el alma, y unas agujas de acupuntura nos regalan una felicidad al negarnos la realidad.Calificación: Muy Bien