Cinecritica: ¡Queridos Camaradas!

"¡QUERIDOS CAMARADAS!" ("DOROGIE TOVARISHCHI" ("DEAR COMRADES"), RUSIA, 2020) DE ANDREI KONCHALOVSKYEn "el" momento clave de esta fascinante cinta, Lyudmila "Lyuda" Syomina (una espléndida Julia Vysotskaya) no puede contenerse en medio de una asamblea donde los burócratas y militares debaten como contener la huelga de cinco mil trabajadores que azota la ciudad, por lo que sin previo aviso se para, alza la voz, y dice su más sincero pensar, que esa bola de "vaquetones" malagradecidosdeben ser detenidos y reprendidos cuanto antes, encarcelados, castigados y lo que se pueda porque están en contra del valioso sistema, cuando los líderes escuchan esto de una mujer burócrata (mal)entienden todo - o quizá se aprovechan de ello -, ellos son el poder, el sistema, los gobernantes, y por ello saben que es lo mejor para su pueblo, ¿estos salen a marchar? ¿Exigen derechos? Quizá, pero solo los gobernantes saben lo mejor para sus ciudadanos por más que estos estén en desacuerdo, y aunque esto sea realizar una masacre qué resonara por toda la eternidad, en una muestra perfecta de que el sistema de gobierno - el que sea - es malo, no por el sistema, sino por los lideres de ese sistema.
Anote que este momento es clave para la cinta, ya que es "el" momento, porque este error de la protagonista fanática le llevará a sufrir en carne propia todo el dolor que causa el sistema que idolatra, en el que trabaja, que defiende y que por supuesto ayuda a fomentar, es decir, será un castigo irónico causado por ella misma, de tal manera que recibe su castigo al no ser empática recibiendo una cucharada de su propia medicina, dejando de esta manera claro, que el problema no son los sistemas ni los gobernantes, sino las personas dogmáticas y extremistas, que a final de cuentas son las causantes de los males de todo, justo porque defienden a los sistemas como sectarios sin ponerse a pensar y razonar los pros y contras, una idea que sobrevuela durante todo el filme y que toma fuerza conforme avanza el doloroso relato, uno que es un drama histórico, sátira política, y que nunca renuncia al humor más negro posible, haciendo que todo sea mucho más sencillo de soportar debido al tema tan turbio del suceso.
La cinta empieza con Lyuda junto a su jefe Loginov (Vladislav Komarov) con quien tiene una aventura, desde ese momento nos enteramos de la difícil etapa social que viven, con los precios a la alza y cada vez menos comida, Lyuda se muestra crítica ante esto pero recibe regaños de su amante/jefe, después de todo, es su trabajo convencer a todos de que estarán bien, acto seguido la vemos visitar una tienda donde la reciben como celebridad; postres, licores, carnes caras, en tanto los demás apenas reciben un litro de leche a duras penas, desde aquí notamos que la mujer tiene "prestaciones" qué la hacen no sufrir el sistema, por lo que no duda en defenderlo en todo momento, regañando a quien ose decir algo en contra o ponerlo en duda, pero justo ese día 1 de junio de 1962 estalla la huelga en un ambiente caldeado, los alimentos mas caros, los sueldos recortados, y ellos fallando en su trabajo, el cual únicamente es mantener a raya al proletariado, es decir, ser burócratas azotando al pueblo.
De ahí en adelante intentan detener el problema, pero incapaces de entenderlo solo la riegan más, no entienden porque esta gente no se sacrifica por su país, no visualizan cual es el problema, le echan la culpa a ellos, estos deben de ser flojos, cosacos o ex convictos, todos pretextos para llevarlos a la decisión que desean implementar, un ataque contra los "instigadores" qué solo puede convertirse en un baño de sangre donde pagara a quien le toque, así que mientras los huelguistas, entre los que se encuentra Svetka (Yuliya Burova) hija de Luyda, piensan que no pueden ser atacados por los militares - lo prohíbe la constitución - el gobierno les está dando balas a jóvenes militares en entrenamiento, al tiempo que la KGB opera desde las sombras siendo parte crucial de ese fatídico día.
La segunda parte del filme, a partir de la masacre, da un giro para mostrar a la fría burócrata buscando a su hija con desesperación, con ayuda de un agente de la KGB llamado Viktor (André y Gusev), pero siempre consciente del poder y el alcance de los tentáculos de ese monstruo al que ella misma pertenece, uno que miente descaradamente, incumple la constitución, reacciona en tiempo récord poniendo asfalto donde no se pudo limpiar la sangre, y dice que murieron media decena cuando quizá sean cientos, además de desaparecer testigos, sacar de sus casas a los huelguistas, y hacer firmar a todo el pueblo un acuerdo de confidencialidad, so pena hasta de muerte, como esa pobre chamaca que se llevan por preguntona, "al firmar esto esta prohibido hablar de lo que sucedió" "¿que sucedió?", groso error.
Y con escenas cruciales como la del padre de Lyuda (Sergei Erlish, bastante bien) que tiene las mejores líneas de la cinta, deseando que Kennedy les tire una bomba atómica, suspirando resignado qué por lo menos le queda poco tiempo de vida, sacando una fotografía de la Virgen porque con el tiempo aprendió a ser creyente, y enseñándole a su hija, fanática stalinista qué se engaña a su misma repitiéndose que con Stalin no pasaría eso, que todos son iguales, y que el ya sufrió antes cosas parecidas, con todo y tragedia familiar, al final se llamen como se llamen es la misma para el sufrido pueblo, incluso Lyuda se rompe en cierto momento y entiende que solo puede confiar en Dios, en su cada vez más desesperada búsqueda enfrentándose a un sistema monstruoso y cargando la culpa que le toca por alimentar gustosa al monstruo.
En esta cinta el director quizá entrega su obra mayor, una que crítica los sistemas, que ve el pasado con mirada crítica, y que se mofa de los idolatras qué pululan en todos los sistemas, es decir, con la sapiencia que le otorga la experiencia sabe que todos los sistemas son malos, que el problema son las personas, y no los lideres que actúan con el hígado y con soberbia aunque sean solo habladores ignorantes, sino los que idolatran y protegen a estos tipos, funcionando como escudo y arma de ellos para con las personas ajenas al sistema, con una historia de crecimiento personal donde una mujer tiene que buscar a su hija enfrentando el sistema que al que ayuda, aunque esto le cueste perder todo lo que ha ganado, al tiempo que su mundo se da vuelta al destruirse todo en lo que cree, todo esto en un precioso blanco y negro que junto a los finos encuadres fijos nos obligan a poner atención a los actores, a los hechos, a esos terribles sucesos ocurridos entre el 1 y el 3 de junio del 62, y que nunca debemos olvidar para no repetirlos, aunque ahora más que nunca parecen destinados a prevalecer por siempre.
Calificación: Sobresaliente