Revista Cine
EL LOBO DE WALL STREET (THE WOLF OF WALL STREET, EU, 2013)El maestro Martin Scorsese sigue reinventándose y mostrándose como un hábil director que es capaz de cambiar de acuerdo a lo que cuenta, es tan inteligente que sabe como afrontar la filmación dependiendo del material con el que cuente, ya sea con películas que buscaban el oscar a principio del milenio, los documentales, el thriller psicológico "Shutter Island" o la fantasía homenaje "Hugo", para prueba esta cinta que fue su anterior incursión a la ficción, una cinta especial para ver e iniciar a los pequeños y no tan pequeños cinéfilos para ahora pasar a un verdadero desmadre como es esta cinta biopic sobre las andanzas y transas del lobo de Wall Street del titulo, un desvergonzado Robin Hood moderno que roba y se preocupa nada mas por el, aquí no se ocupaba la maestría ni la clase del maestro Scorsese sino un estilo desenfadado que no dejara títere con cabeza, un desparpajo y atrevimiento que uno esperaría de un novato o nuevo talento y no de alguien que ya esta consagrado en la historia del cine, pero Scorsese con su gran sapiencia supo que estilo y ritmo imprimirle a esta cinta y afronto de manera espectacular una historia que tampoco tiene muchísimo de donde contar para regalarnos tres horas que se sienten como la mitad gracias a un uso de recursos ilimitado donde vemos grandes imágenes y escenas cada dos por tres.El tono desenfadado de la cinta es adecuado al personaje y a lo que nos cuenta, asi el director con setenta y un años hace una de sus cintas mas arriesgadas, y Di Caprio hace una de las mejores o quizá la mejor interpretación de su carrera con el cínico Jordan Belfort desde que es apenas un inocentón que aprende las mañas de su jefe Hanna (hilarante Matthew McConaughey que le roba la escena a Di Caprio) para resurgir de las cenizas y adiestrar a una bola de imbéciles para que les roben a gente todavía mas imbécil haciendo algo que como dice el mismo no es precisamente legal, la velocidad vertiginosa en que suceden las situaciones no nos da descanso, desde el cínico comercial introductorio, el monologo de presentación de Jordan donde nos explica que drogas se mete, en que gasta dinero, que hace con su tiempo y nos regresa al pasado donde su jefe le explica que los accionistas no deben ganar, que los debe engañar, drogarse y masturbarse por lo menos dos veces al dia, para después trabajar en cierta empresucha donde aprende que las hojas rosas dan el cincuenta por ciento y funda su propia empresa, la Stratton Oakmont que hace tanta cantidad de mañosadas que uno no puede creerlo.Pero mas importante que los malos manejos son los excesos en los que viven Jordan y sus lacayos, drogas de todo tipo, prostitutas de lujo y de las baratas, juegos lanzando enanos, esto se explica perfectamente en la escena donde cierta mujer accede a raparse por diez mil dólares, estamos en eso cuando entra una banda en ropa interior, un grupo de prostitutas y meseros con champan, apenas tenemos tiempo de entender que sucede en pantalla cuando nos es mostrado otra cosa, apenas procesamos las transas de Jordan cuando un resentido agente del FBI (Kyle Chandler) lo comienza a investigar y el lobo intenta sobornarlo empeorando la situación que después se convierte en nefasta cuando atrapan a cierto lacayo, que después se convierte en pesadilla cuando un prestanombres lo traiciona y que culmina con el en la cárcel porque atrapan al suizo corrupto en suelo americano donde Jordan no duda en que hacer para salvarse, por supuesto, entregar a cada uno de sus conocidos y amigos para solo pasar tres años en cárcel y salir para dar conferencias donde, que remedio, nos sigue robando el dinero y viéndonos la cara.Ademas Leonardo Di Caprio esta quizá en la actuación de su carrera, con un tiempo perfecto, un manejo de su espacio y cuerpo casi tintanesco y una soltura que pocas veces ha mostrado, lo mencionado antes, igualmente se muestra como un tonto inocenton que como un hábil tiburón que no tiene descaro de sus victimas y se regodea de como se aprovecha de ellas, asi Di Caprio se luce en su baile de bodas, en dos etapas de drogadicción, hablando a la cámara, en algunos de sus discursos, cuando habla con su padre (magnifico Rob Reiner) de sus andanzas sexuales, cuando su despampanante esposa (preciosísima Margot Robbie) lo calienta y hasta cuando su tia política lo pone nervioso. Y esto nos remite a una cantidad impresionante de escenas e imágenes memorables que son lo que hace que la cinta eleve sus puntos por mucho.Si por algo la cinta no es una obra mayor es por lo quebrada que es, por los cambios abruptos de ritmo y de las transiciones, por la calidad tan diferente entre escenas, por la puesta en imágenes tan descuidada, por la perdida del hilo dramático que deambula entre tantas vivencias de Jordan, pero al mismo tiempo entiendo que asi se tenia que haber grabado esta cinta, cualquier otra manera no funcionaria o traicionaría al personaje y el mensaje, es solo que el lobo no podía ser una obra maestra desde su concepción, y por ello que sea tan exquisita es algo que se le debe agradecer a Scorsese que nos regala escenas memorables a caudales, comenzando con McConaughey y sus consejos con todo y ritual hilarante, por la presentación del padre de Jordan, el loco Max, por la aparición sorpresiva de Margot Robbie como Dios la trajo al mundo, por la mencionada escena de locuras pasada de tueste, por cierta desesperante escena con la mano derecha de Jordan, Donnie (Jonah Hill) que no quiere soltar el dinero, cuando vemos a Jordan drogado hasta el tuétano y se arrastra para detener a Donnie balbucear cuando el FBI los tiene acorralados, el uso hilarante de Jordan de la droga cual Popeye el marino para obtener poderes, cierto chiste con conducción drogada de por medio, los pensamientos de Di Caprio y Dujardin insultándose mutuamente, el hundimiento del yate, etc., por fortuna Scorsese mantiene la misma postura sin dignificar a su monstruo, a ese Jordan Belfort que roba, traiciona, manipula, solo en cierto momento la cinta y el director flaquean, solo es un momento porque después vuelven a la carga mostrándonos sin piedad a ese monstruo que deja a su primer esposa (Cristin Miliote) que lo apoyo en momentos difíciles porque la otra esta mas buena, que se burla de los agentes del FBI tirándoles billetes, que tiene andanzas sexuales enfermizas, que convierte a su oficina en una orgia de la vieja Roma, el perdedor que no puede hacerle el amor a su mujer mas de once segundos, el balbuceador que no sabe nada pero habla con convicción, el cinico que cuando se entera de la muerte de su tia solo piensa en el dinero que le guardaba como prestanombres, en el cobarde que golpea a su mujer y quiere robarse a su hija, en el traicionero que entrega a sus compañeros y en el farsante que nos sigue vendiendo humo y que lo compramos como patitos, con todo y cameo final donde le enseña a unos idiotas como vender plumas y que como a ellos, nos tiene viendo una cinta de sus locuras, depravaciones y extravagancias. Calificación: Excelente